Únicamente en la armonía con Dios se puede hallar la verdadera esfera de acción de la vida… Toda la naturaleza se ilumina para aquel que aprende así a interpretar sus enseñanzas; el mundo es un libro de texto; la vida, una escuela. La unidad del hombre con la naturaleza y con Dios, el dominio universal de la ley, los resultados de la transgresión, no pueden dejar de hacer impresión en la mente y modelar el carácter. Estas son las lecciones que nuestros niños deben aprender. ED. 100.
sábado, 24 de agosto de 2019
lunes, 22 de julio de 2019
LA TEMPERANCIA Y EL RÉGIMEN ALIMENTARIO
LA CULTURA FÍSICA
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas
y que tengas salud, así como prospera tu alma". 3 Juan 1:2.
B.- LA TEMPERANCIA Y EL RÉGIMEN ALIMENTARIO.
"Todo aquel que lucha, de todo se abstiene". 1Cor. 9:25.
TODO
estudiante necesita comprender la relación que existe entre la vida
sencilla y el pensamiento elevado. A nosotros nos toca decidir
individualmente si nuestras vidas han de ser regidas por la mente o por
el cuerpo. Cada joven por sí mismo debe hacer la decisión que amoldará
su vida, y no se deberían ahorrar energías para hacerle comprender las
fuerzas con las cuales tendrá que contender, y las influencias que
modelan el carácter y determinan el destino.
La
intemperancia es un enemigo contra el cual debemos precavernos todos.
El rápido aumento de este terrible mal debería incitar a la lucha a todo
el que ama al género humano. La costumbre de dar instrucción en cuanto
a temas de temperancia en las escuelas, es un paso que se está dando en
la buena dirección. Debería practicarse esa costumbre en todas las
escuelas y todos los hogares. Los jóvenes y los niños deberían
comprender la parte que el alcohol, el tabaco y otros venenos similares
desempeñan en la ruina del cuerpo, el entorpecimiento de la mente y la
sensualización del alma.
Debería explicarse que ninguno que use esas
cosas poseerá por mucho tiempo toda la fuerza de sus facultades físicas,
mentales o morales.
Pero,
a fin de descubrir la raíz de la intemperancia, debemos ir más allá del
uso del alcohol o el tabaco. La ociosidad, la falta de ideales, las
malas compañías, pueden ser las causas que predisponen 203 a la
intemperancia. A menudo se las halla en la mesa del hogar de las
familias que se consideran estrictamente temperantes.
Todo
lo que desordene la digestión, que cree una excitación mental anormal, o
que de cualquier modo debilite el organismo y perturbe el equilibrio de
las facultades mentales y físicas, disminuye el dominio de la mente
sobre el cuerpo y tiende a fomentar la intemperancia.
Si
se buscara el motivo de la caída de más de un joven promisorio,
se
llegaría a apetitos anormales creados por un régimen alimentarlo
malsano.
El
té, el café, los condimentos, los dulces y las tortas, son causas
activas de indigestión. La carne también es perjudicial. Su efecto
naturalmente excitante debería ser argumento suficiente contra su
consumo; y el hecho de que los animales estén casi universalmente
enfermos la hace doblemente reprobable. Tiende a irritar los nervios y
excitar las pasiones, de modo que predominan las tendencias más bajas.
Los
que se acostumbran a un régimen alimentario muy sazonado y estimulante,
descubren al cabo de un tiempo que el estómago no se satisface con
alimentos sencillos. Exige cosas cada vez más condimentadas, picantes y
excitantes.
A medida que los nervios se perturban y el organismo se
debilita, la voluntad parece impotente para resistir al apetito
pervertido. La delicada membrana del estómago se irrita de tal modo que
no la alivia ni el alimento más excitante. Se siente una sed que sólo
la bebida fuerte puede calmar.
ES EL COMIENZO DEL MAL LO QUE DEBERÍA EVITARSE
Al
instruir a los jóvenes debería explicarse el efecto que tiene el
apartarse de lo recto, por poco que parezca. Debería enseñarse al
estudiante el valor que tiene un régimen alimentarlo sencillo y
saludable para impedir el deseo de estimulantes artificiales.
Establézcase desde los primeros años el hábito del 204 dominio propio.
Incúlquese en los jóvenes el pensamiento de que deben ser amos y no
esclavos. Dios los ha hecho reyes del reino que hay dentro de ellos y
deben tomar posesión del trono asignado por el cielo. Si se da
fielmente esta instrucción, los buenos resultados se extenderán más allá
de los jóvenes mismos. La influencia ejercida salvará a miles de
hombres y mujeres que están al borde mismo de la ruina.
*EL RÉGIMEN ALIMENTARIO Y EL DESARROLLO MENTAL.
La
relación del régimen alimentarlo con el desarrollo intelectual debería
recibir más atención de la que ha recibido hasta ahora. A menudo, la
confusión y el embotamiento mental son el resultado de errores en el
régimen alimentario.
Con
frecuencia se arguye que, en la elección del alimento, el apetito es un
guía seguro. Esto sería cierto si se hubieran obedecido siempre las
leyes de la salud. Pero a causa de los hábitos erróneos, practicados de
generación en generación, el apetito se ha pervertido de tal modo que
constantemente ansía algo dañino. Ahora no sé puede confiar en él como
guía.
En
el estudio de la higiene se les debería enseñar a los alumnos el valor
nutritivo de los diferentes alimentos. Debería explicarse el efecto de
una alimentación concentrada y estimulante, y también de los alimentos
que no tienen suficientes elementos nutritivos. El té, el café, el pan
blanco, los encurtidos [pickles], las verduras de fibras bastas, los
caramelos, los condimentos y las tortas, no proveen la debida
nutrición. Más de un estudiante ha quebrantado su salud por ingerir
esos alimentos. Más de un niñito débil, incapaz de todo esfuerzo físico
o mental vigoroso, es víctima de un régimen alimentario pobre. Los
cereales, las frutas frescas, las frutas oleaginosas o nueces y los
vegetales, debidamente combinados, contienen todos los elementos
nutritivos, 205 y si están bien preparados, constituyen la alimentación
que más aumenta la fuerza física y mental.
Es
necesario considerar no sólo las propiedades del alimento, sino también
su adaptación al consumidor. A menudo las personas que se dedican
principalmente al trabajo mental, deben privarse de alimentos que pueden
ser consumidos libremente por las que hacen trabajo físico. También se
debería dedicar atención a la debida combinación de los alimentos. Los
que hacen trabajo mental o tienen ocupaciones sedentarias, deberían
combinar pocas clases de alimentos en una comida.
Ha
de evitarse el exceso de comida, aunque sea de la más saludable. El
cuerpo no puede usar más de lo que se requiere para la reparación de los
diversos órganos del cuerpo, y el exceso entorpece al organismo. Más
de un estudiante cree haber arruinado su salud por el exceso de estudio,
cuando la verdadera causa es el exceso de alimento. Mientras se presta
la debida atención a las leyes de la salud, el trabajo mental ofrece
poco peligro, pero en muchos casos del así llamado fracaso mental, lo
que cansa el cuerpo y debilita la mente es el hábito de sobrecargar el
estómago.
En
muchos casos, es mejor comer dos veces al día que tres. La cena, a una
hora temprana, interrumpe la digestión de la comida anterior. A una
hora tardía, no tiene tiempo para ser digerida antes del momento de ir a
acostarse. En esa forma, el estómago no tiene el descanso debido, se
perturba el sueño, el cerebro y los nervios se cansan, se pierde el
apetito por el desayuno, y todo el organismo no recibe nuevo vigor, ni
está preparado para desempeñar los deberes del día.
No
se debería pasar por alto la importancia de la regularidad de las horas
para comer y dormir. Puesto que la obra de reparar el cuerpo se
efectúa durante 206 las horas de descanso, es esencial especialmente
para los jóvenes, que el sueño sea metódico y abundante.
Siempre
que podamos, deberíamos evitar el comer apresuradamente. Cuanto más
breve es el tiempo de que se dispone, menos se debe comer. Es mejor
omitir una comida que comer sin masticar debidamente.
La
hora de la comida debería ser un momento de sociabilidad y descanso.
Debería desaparecer todo lo que abrume o irrite. Se deberían abrigar
sentimientos de confianza, bondad y gratitud hacia el Dador de todo lo
bueno, y la conversación debería ser alegre y de un carácter
comunicativo, que eleve sin cansar.
La
observancia de la temperancia y la regularidad en todas las cosas tiene
un poder maravilloso. Para producir la dulzura y la serenidad de
carácter que tanto contribuyen a suavizar el camino de la vida, será de
más valor que las circunstancias o las dotes naturales. Al mismo
tiempo, el dominio propio así adquirido resultará ser una de las
condiciones más valiosas para hacer frente con éxito a los serios
deberes y las realidades que esperan a todo ser humano.
Los caminos de la sabiduría "son caminos deleitosos,
y todas sus veredas paz". *Prov. 3:17.
Medite
todo joven que tiene ante sí posibilidades de un destino superior al de
reyes coronados en la lección transmitida por las palabras del sabio:
"¡Bienaventurada tú, tierra, cuando. . . tus príncipes comen a su hora,
para reponer sus fuerzas y no para beber!" *Ecles. 10:17. (La Educación de Elena G de White) 207
EL ESTUDIO DE LA FISIOLOGÍA.
LA CULTURA FÍSICA
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud,
así como prospera tu alma". 3 Juan 1:2. 195
EL ESTUDIO DE LA FISIOLOGÍA.
"Asombrosa y maravillosamente he sido formado" (VM). Sal. 139:14.
"Asombrosa y maravillosamente he sido formado" (VM). Sal. 139:14.
PUESTO
que la mente y el alma hallan expresión por medio del cuerpo, tanto el
vigor mental como el espiritual dependen en gran parte de la fuerza y la
actividad físicas; todo lo que promueva la salud física, promueve el
desarrollo de una mente fuerte y un carácter equilibrado.
Sin salud, nadie puede comprender en forma clara ni cumplir
completamente sus obligaciones hacia sí mismo, sus semejantes, o su
Creador.
Debiera cuidarse, por lo tanto, tan fielmente la salud como el
carácter.
El conocimiento de la fisiología y la higiene
El conocimiento de la fisiología y la higiene
debería ser la base de todo esfuerzo educativo.
Aunque está tan difundido el conocimiento de los hechos fisiológicos, se nota una alarmante indiferencia hacia los principios higiénicos.
Aún entre los que conocen esos principios, pocos son los que los ponen en práctica.
Se sigue tan ciegamente el impulso o la inclinación, como si la vida fuera regida por la mera casualidad, más bien que por leyes definidas e invariables.
La juventud, que está en la frescura y el visor de la vida, se percata poco del valor de su abundante energía. ¡Con cuánta ligereza considera un tesoro más precioso que el oro, más esencial para el progreso que el saber, la alcurnia o las riquezas! ¡Con qué precipitación lo despilfarra!
¡Cuántos hay que, habiendo sacrificado la salud en la lucha por obtener riquezas o poder, cuando están a punto de lograr el 196 objeto de su deseo, caen impotentes, mientras que otro, poseedor de una resistencia física superior, se apropia del anhelado premio! ¡Cuántos son los que, a causa de condiciones morbosas, consecuencia del descuido de las leyes de la higiene, han adquirido malas costumbres, y han sacrificado toda esperanza para este mundo y el venidero!
Al estudiar fisiología, debería enseñarse a los alumnos a apreciar el valor de la energía física, y cómo se la puede conservar y desarrollar para que contribuya en el mayor grado posible al éxito en la gran lucha de la vida. Mediante lecciones sencillas y fáciles se debería enseñar a los niños, desde sus primeros años, los rudimentos de la fisiología y la higiene. Esta obra la debería empezar la madre en el hogar, y la debería continuar fielmente la escuela.
A medida que la edad de los alumnos aumente, se debería seguir instruyéndolos en ese ramo, hasta que estén capacitados para cuidar de la casa en la cual viven. Deberían comprender la importancia que tiene el evitar las enfermedades mediante la conservación del vigor de cada órgano, y también se les debería enseñar a actuar en caso de enfermedades comunes y accidentes.
En toda escuela se debería enseñar fisiología e higiene, y en cuanto fuese posible se debería proveer material para ilustrar la estructura del cuerpo, su empleo y cuidado. En el estudio de la fisiología no se incluyen por lo general algunos asuntos que deberían considerarse, que son de mayor valor para el estudiante que muchos detalles técnicos que comúnmente se enseñan bajo ese título.
Como principio fundamental de toda la educación correspondiente a este ramo, se debería enseñar a los jóvenes que las leyes de la naturaleza son leyes de Dios, tan ciertamente divinas como los preceptos del Decálogo.
El Señor ha escrito en cada nervio, músculo y fibra del cuerpo las leyes 197 que gobiernan nuestro organismo. Toda violación de esas leyes, cometida por descuido o con premeditación, es un pecado contra nuestro Creador.
¡Cuán necesario es, pues, que se imparta un conocimiento completo de estas leyes!
Se debería prestar mucho mayor atención de la que comúnmente se concede a los principios de higiene que se aplican al régimen alimentarlo, al ejercicio, al cuidado de los niños, al tratamiento de los enfermos y a muchos asuntos semejantes.
Se debería dar realce a la influencia que tiene la mente sobre el cuerpo y éste sobre aquélla. La energía eléctrica del cerebro, aumentada por la actividad mental, vitaliza todo el organismo, y es de ayuda inapreciable para resistir la enfermedad.
Debería explicarse bien este punto. También se debería presentar el poder de la voluntad y la importancia del dominio propio, tanto en la conservación de la salud como en su recuperación, como asimismo el efecto depresivo y hasta ruinoso de la ira, el descontento, el egoísmo o la impureza y, por otra parte, el maravilloso poder vivificador que se encuentra en la alegría, la abnegación y la gratitud.
Hay en la Escritura una verdad relativa a la fisiología que necesitamos considerar:
"El corazón alegre constituye buen remedio". *Prov. 17:22.
"Y tu corazón guarde mis mandamientos -dice Dios-; porque largura de
días y años de vida y paz te aumentarán". "Porque son vida a los que
las hallan, y medicina a todo su cuerpo". "Panal de miel son los dichos
suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos". *Prov. 3:1,2;
4:22; 16:24.
Los jóvenes necesitan comprender la profunda verdad fundamental de la
declaración bíblica según la cual con Dios "está el manantial de la
vida". *Sal. 36:9.
No sólo es el Creador de todo, sino la vida de todo lo viviente. Es su vida la que recibimos en la luz del sol, en el aire puro y suave, en el alimento que 198 fortifica nuestros cuerpos y sostiene nuestra fuerza. Por su vida existimos hora tras hora, momento tras momento.
No sólo es el Creador de todo, sino la vida de todo lo viviente. Es su vida la que recibimos en la luz del sol, en el aire puro y suave, en el alimento que 198 fortifica nuestros cuerpos y sostiene nuestra fuerza. Por su vida existimos hora tras hora, momento tras momento.
A menos que hayan sido pervertidos, todos sus dones tienden a la vida,
la salud y el gozo.
"Todo lo hizo hermoso en su tiempo"
*Ecles. 3:11, y se obtendrá la verdadera belleza no echando a perder la
obra de Dios, sino armonizándola con las leyes de Aquel que creó todas
las cosas y que se complace en su belleza y perfección.
Cuando se estudia el mecanismo del cuerpo, se debería dirigir la atención a su maravillosa adaptación de los medios al fin, a la armoniosa acción y dependencia de los diferentes órganos.
Una vez que se ha despertado el interés del estudiante y se le ha hecho ver la importancia de la cultura física, el maestro puede hacer mucho para obtener el debido desarrollo y formar hábitos correctos.
Entre las primeras cosas que se debería tratar de lograr, figura la postura correcta, tanto cuando se está sentado como de pie. Dios hizo al hombre erguido y desea qué obtenga no sólo beneficio físico, sino mental y moral, como asimismo la gracia, la dignidad, el aplomo, el valor y la confianza en si mismo que tiende a producir esa postura.
Enseñe esto el maestro por precepto y por ejemplo. Muéstrese en
Cuando se estudia el mecanismo del cuerpo, se debería dirigir la atención a su maravillosa adaptación de los medios al fin, a la armoniosa acción y dependencia de los diferentes órganos.
Una vez que se ha despertado el interés del estudiante y se le ha hecho ver la importancia de la cultura física, el maestro puede hacer mucho para obtener el debido desarrollo y formar hábitos correctos.
Entre las primeras cosas que se debería tratar de lograr, figura la postura correcta, tanto cuando se está sentado como de pie. Dios hizo al hombre erguido y desea qué obtenga no sólo beneficio físico, sino mental y moral, como asimismo la gracia, la dignidad, el aplomo, el valor y la confianza en si mismo que tiende a producir esa postura.
Enseñe esto el maestro por precepto y por ejemplo. Muéstrese en
qué consiste una postura erguida e insístase en que se mantenga.
Siguen en importancia a la postura correcta la respiración y la cultura vocal.
Siguen en importancia a la postura correcta la respiración y la cultura vocal.
Es más probable que respire correctamente aquel que se mantiene erguido
cuando está sentado o de pie. Pero el maestro debería inculcar en los
alumnos la importancia de la respiración profunda.
Muéstrese cómo la acción sana de los órganos respiratorios, que ayuda a la circulación de la sangre, vigoriza todo el organismo, despierta el apetito, promueve la digestión, produce un 199 sueño sano y dulce, y de ese modo no sólo le da descanso al cuerpo, sino que calma y sirve de sedante a la mente.
Al mismo tiempo que se muestra la importancia de la respiración profunda, debería insistiese en que se la practique. Háganse ejercicios que la estimulen y al mismo tiempo trátese de formar el hábito.
La cultura de la voz ocupa un lugar importante en la cultura física, puesto que tiende a dilatar y fortalecer los pulmones, y alejar así la enfermedad. Para conseguir una formación correcta, tanto en la lectura como en la conversación, cuídese que los músculos abdominales tengan libertad de movimientos al respirar, y que los órganos respiratorios no estén oprimidos.
La presión debería ejercerse sobre los músculos del abdomen más que sobre los de la garganta. De ese modo se evitará que ésta se fatigue, y que se enferme gravemente. Debe procurarse con cuidado una pronunciación clara, con tonos suaves y bien modulados y con una forma de expresarse que no sea muy rápida.
Esto no sólo estimulará la salud, sino que contribuirá en gran medida a que sea más agradable y eficaz la tarea del estudiante.
La enseñanza de estas cosas proporciona una áurea oportunidad para demostrar lo necio y malo que es el uso de fajas que oprimen la cintura, y cualquier otra costumbre que restrinja la acción vital. Las modas malsanas dan por resultado una serie casi interminable de enfermedades, y debería darse cuidadosa instrucción con respecto a este asunto.
Hágase comprender a los alumnos el peligro de permitir que la ropa cuelgue de las caderas u oprima cualquier órgano del cuerpo. Se deberían llevar vestidos que permitan respirar libremente y levantar sin dificultad los brazos por encima de la cabeza. La opresión de los pulmones no sólo impide su desarrollo, sino que estorba el proceso de la digestión y la circulación, debilitando así todo el cuerpo. Todas 200 estas costumbres menoscaban la fuerza física y mental, y estorban el progreso del alumno, privándolo a menudo del éxito.
En el estudio de la higiene, el maestro concienzudo aprovechará toda oportunidad posible para mostrar la necesidad de una perfecta pureza, tanto de las costumbres personales como del ambiente en que uno vive.
Debería darse énfasis al valor del baño diario como
Muéstrese cómo la acción sana de los órganos respiratorios, que ayuda a la circulación de la sangre, vigoriza todo el organismo, despierta el apetito, promueve la digestión, produce un 199 sueño sano y dulce, y de ese modo no sólo le da descanso al cuerpo, sino que calma y sirve de sedante a la mente.
Al mismo tiempo que se muestra la importancia de la respiración profunda, debería insistiese en que se la practique. Háganse ejercicios que la estimulen y al mismo tiempo trátese de formar el hábito.
La cultura de la voz ocupa un lugar importante en la cultura física, puesto que tiende a dilatar y fortalecer los pulmones, y alejar así la enfermedad. Para conseguir una formación correcta, tanto en la lectura como en la conversación, cuídese que los músculos abdominales tengan libertad de movimientos al respirar, y que los órganos respiratorios no estén oprimidos.
La presión debería ejercerse sobre los músculos del abdomen más que sobre los de la garganta. De ese modo se evitará que ésta se fatigue, y que se enferme gravemente. Debe procurarse con cuidado una pronunciación clara, con tonos suaves y bien modulados y con una forma de expresarse que no sea muy rápida.
Esto no sólo estimulará la salud, sino que contribuirá en gran medida a que sea más agradable y eficaz la tarea del estudiante.
La enseñanza de estas cosas proporciona una áurea oportunidad para demostrar lo necio y malo que es el uso de fajas que oprimen la cintura, y cualquier otra costumbre que restrinja la acción vital. Las modas malsanas dan por resultado una serie casi interminable de enfermedades, y debería darse cuidadosa instrucción con respecto a este asunto.
Hágase comprender a los alumnos el peligro de permitir que la ropa cuelgue de las caderas u oprima cualquier órgano del cuerpo. Se deberían llevar vestidos que permitan respirar libremente y levantar sin dificultad los brazos por encima de la cabeza. La opresión de los pulmones no sólo impide su desarrollo, sino que estorba el proceso de la digestión y la circulación, debilitando así todo el cuerpo. Todas 200 estas costumbres menoscaban la fuerza física y mental, y estorban el progreso del alumno, privándolo a menudo del éxito.
En el estudio de la higiene, el maestro concienzudo aprovechará toda oportunidad posible para mostrar la necesidad de una perfecta pureza, tanto de las costumbres personales como del ambiente en que uno vive.
Debería darse énfasis al valor del baño diario como
estimulante para la salud y la acción mental.
También debería prestarse atención a la luz solar y a la ventilación,
También debería prestarse atención a la luz solar y a la ventilación,
a la higiene del dormitorio y de la cocina.
Enséñese a los alumnos que un dormitorio que reúna todas las condiciones higiénicas, una cocina limpia y una mesa arreglada con gusto y saludablemente provista, contribuirán más para lograr la felicidad de la familia y el aprecio de cualquier visita sensata, que un costoso juego de muebles que adorne la sala.
No es menos necesaria ahora que cuando fue enseñada hace mil ochocientos años esta lección del Maestro divino: "La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido". *Luc 12:23.
El estudiante de fisiología debería aprender que el objeto de su estudio no consiste solamente en obtener un conocimiento de hechos y principios.
Este solo daría poco beneficio. Puede ser que comprenda la importancia de la ventilación; su pieza puede tener aire puro, pero a menos que llene debidamente sus pulmones, sufrirá los resultados de una respiración imperfecta. Debe comprenderse, pues, la necesidad de la limpieza, y proveerse las facilidades necesarias, pero todo será inútil a menos que sea puesto en práctica.
El gran requisito en la enseñanza de estos principios es impresionar al alumno con su importancia, de modo que los ponga escrupulosamente en práctica. 201
Mediante una figura hermosísima e impresionante, la Palabra de Dios muestra en qué consideración tiene él nuestro organismo físico y la responsabilidad que tenemos de conservarlo en la mejor condición: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" "Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es". *1 Cor. 6:19; 3:17.
Incúlquese en los alumnos el pensamiento de que el cuerpo es un templo en el cual Dios desea vivir, que hay que conservarlo puro, como morada de pensamientos elevados y nobles. Al ver, por medio del estudio de la fisiología, que están "asombrosa y maravillosamente" *Sal. 139:14, formados, sentirán reverencia.
En vez de mancillar la obra de Dios, anhelarán hacer de su parte todo lo posible por cumplir el glorioso plan del Creador. De ése modo llegarán a considerar la obediencia a las leyes de la salud, no como un sacrificio, o un acto de abnegación, sino como lo que realmente es: Un privilegio y una bendición inestimables.
(La Educación de Elena G de White) 202
06. LA ENSEÑANZA Y EL ESTUDIO DE LA BIBLIA.
"Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría...
Y la escudriñaras como a tesoros" Prov. 2: 2,4.
EN
SU niñez, juventud y virilidad, Jesús estudió las Escrituras. En su
infancia, su madre le enseñó diariamente conocimientos obtenidos de los
pergaminos de los profetas. En su juventud, a la hora de la aurora y el
crepúsculo, a menudo estuvo solo en la montaña o entre los árboles del
bosque, para dedicar unos momentos a la oración y al estudio de la
Palabra de Dios. Durante
su ministerio, su íntimo conocimiento de las Escrituras dio testimonio
de la diligencia con que las había estudiado. Y puesto que él obtuvo su
conocimiento del mismo modo como podemos obtenerlo nosotros, su
maravilloso poder mental y espiritual es una prueba del valor de la
Biblia como medio educativo. Nuestro Padre celestial, al dar su Palabra, no olvidó a los niños.
¿Puede
hallarse entre los escritos de los hombres algo que tenga tanta
influencia sobre el corazón, algo tan adecuado para despertar el interés
de los pequeñuelos, como los relatos de la Biblia?
Mediante
esas sencillas historias se pueden explicar los principios de la ley de
Dios. Así, por medio de ilustraciones adecuadas a la comprensión del
niño, los padres y maestros pueden empezar desde los primeros años a
cumplir la orden del Señor en cuanto a sus leyes:
"Y las repetirás a
tus hijos, y 186 hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el
camino, y al acostarte, y cuando te levantes". *Deut. 6:7.
El
uso de ilustraciones, pizarrones, mapas y figuras ayudará a explicar
estas lecciones y grabarlas en la memoria. Los padres y maestros
deberían buscar constantemente métodos mejores.
La enseñanza de la Biblia merece nuestros pensamientos mas frescos, nuestros mejores métodos y nuestro más ferviente esfuerzo.
Para despertar y fortalecer el amor hacia el estudio de la Biblia, mucho depende del uso que se haga de la hora del culto.
Las horas del culto matutino y del vespertino deberían ser las más dulces y útiles del día. Entiéndase que no deben interferir con esa hora pensamientos perturbadores y poco amables.
Reúnanse los padres y los niños para encontrarse con Jesús, y para invitar a los santos ángeles a estar presentes en el hogar.
Los
cultos deberían ser breves y llenos de vida, adaptados a la ocasión, y
variados. Todos deberían tomar parte en la lectura de la Biblia, y
aprender y repetir a menudo la ley de Dios.
Los
niños tendrán más interés si a veces se les permite que escojan la
lectura. Háganseles preguntas acerca de lo leído y permítaselas que
también las hagan ellos.
Menciónese
cualquier cosa que sirva para ilustrar su significado. Si el culto no
es demasiado largo, permítase que los pequeñuelos oren y se unan al
canto, aunque se trate de una sola estrofa.
A fin de dar al culto el carácter que debe tener, es necesaria cierta
preparación.
Los
padres deberían consagrar tiempo diariamente al estudio de la Biblia
con sus hijos. Sin duda, se requerirá esfuerzo, reflexión y algún
sacrificio para llevar a cabo esto, pero el esfuerzo será ricamente
recompensado. 187
Dios ordena a los padres, como preparación para enseñar sus preceptos, que los guarden en su corazón.
"Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón -dice Jehová-; y las repetirás a tus hijos". * Deut. 6:6,7.
Para interesar a nuestros niños en la Biblia,
nosotros mismos debemos tener interés en ella.
Para
despertar en ellos el amor hacia su estudio, nosotros mismos debemos
amarlo.
La instrucción que les demos irá acompañada sólo del peso de la
influencia que le presten nuestro propio ejemplo y espíritu.
Dios
llamó a Abrahán para que fuera maestro de su palabra, lo escogió para
que fuese padre de una gran nación, porque vio que instruiría a sus
hijos y a su casa en los principios de la ley de Dios. El poder de la
enseñanza de Abrahán se debió a la influencia de su vida. Formaban su
casa más de mil personas, muchas de las cuales eran jefes de familia y
no pocas recién convertidas del paganismo. Semejante casa necesitaba
que una mano firme manejara el timón.
Los
métodos débiles y vacilantes no servían. Dios dijo a Abrahán: "Porque
yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí". Sin embargo,
ejercía su autoridad con tal sabiduría y ternura que cautivaba los
corazones.
El testimonio del Atalaya divino es:
"Que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio". *Gen. 18:19.
Y
la influencia de Abrahán se extendió más allá de su casa. Doquiera
levantaba su tienda, erigía un altar a su lado para ofrecer sacrificios y
adorar. Cuando trasladaba la tienda a otro lugar, quedaba el altar, y
más de un nómada cananeo que había llegado a conocer a Dios por medio de
la vida de Abrahán, su siervo, se detenía junto a ese altar para
ofrecer un sacrificio a Jehová.188
No será menos eficaz hoy la enseñanza de la Palabra de Dios cuando halle un reflejo tan fiel como ése en la vida del Maestro.
No basta saber lo que otros han pensado o aprendido acerca de la Biblia.
En
el juicio cada uno deberá dar cuenta de sí mismo a Dios, y cada uno
debería aprender ahora por sí mismo cuál es la verdad. Pero para que el
estudio sea eficaz, hay que despertar el interés del alumno.
Y
especialmente el que tiene que tratar con niños y jóvenes, que difieren
muchísimo en carácter, educación y hábitos mentales, no debe perder de
vista este asunto. Al enseñar la Biblia a los niños, será conveniente
observar la tendencia de sus mentes, las cosas que les llaman la
atención, y despertar su interés por ver lo que la Biblia dice acerca de
esas cosas.
El
que nos creó y nos dotó de diferentes aptitudes, ha dado en su Palabra
algo para cada cual. A medida que los alumnos vean que las lecciones de
la Biblia se aplican a sus vidas, hay que enseñarles a considerarla su
consejera.
También hay que ayudarles a apreciar su maravillosa belleza. Se
recomienda o a lo menos se permite la lectura de muchos libros que no
son de verdadero valor, libros excitantes y malsanos, sólo por su
supuesto valor literario.
¿Por
qué hemos de invitar a nuestros niños a beber de esos manantiales
contaminados, cuando pueden tener libre acceso a las fuentes puras de la
Palabra de Dios?
La
Biblia tiene una inagotable abundancia, fuerza y profundidad de
significado. Hay que animar a los niños y jóvenes a buscar sus tesoros,
tanto de significado como de expresión.
A medida que la belleza de estas cosas preciosas atraiga la mente, un
poder suavizador y subyugante conmoverá el corazón.
Serán
atraídos a Aquel que se les reveló de ese modo. Y pocos serán los que
no sientan deseos de conocer más sus obras y caminos. 189
Debería
enseñarse al estudiante de la Biblia a acercarse a ella con el espíritu
del que aprende. Debemos escudriñar sus páginas, no en busca de
pruebas que apoyen nuestras opiniones, sino para saber lo que Dios
dice.
Sólo
se puede obtener un verdadero conocimiento de la Biblia mediante la
ayuda del Espíritu que dio la Palabra. Y a fin de obtener ese
conocimiento debemos vivir de acuerdo con él. Debemos obedecer todo lo
que la Palabra de Dios manda. Podemos reclamar todas sus promesas.
Mediante
su poder, debemos vivir la vida que ella recomienda. Sólo si se la
considera de este modo, se la puede estudiar eficazmente.
El estudio de la Biblia requiere nuestro más diligente esfuerzo y
nuestra más perseverante meditación. Con el mismo afán y la misma
persistencia con que el minero excava la tierra en busca del tesoro,
deberíamos buscar nosotros el tesoro de la Palabra de Dios.
En
el estudio diario, el método que consiste en examinar un versículo tras
otro es a menudo utilísimo. Tome el estudiante un versículo, concentre
la mente para descubrir el pensamiento que Dios encerró para él allí, y
luego medite en él hasta hacerlo suyo. Un pasaje estudiado en esa
forma, hasta comprender su significado, es de más valor que la lectura
de muchos capítulos sin propósito definido y sin que se obtenga
verdadera instrucción.
Una
de las principales causas de la ineficacia mental y la debilidad moral
es la falta de concentración para lograr fines importantes.
Nos
enorgullecemos de la vasta difusión de las publicaciones, pero esa gran
cantidad de libros -aún de los que en sí mismos no son perjudiciales-
pueden ser definidamente dañina. Con la inmensa corriente de material
impreso que sale constantemente de las prensas, tanto los adultos como
los jóvenes adquieren el 190 hábito de leer en forma apresurada y
superficial, y la mente pierde la facultad de elaborar pensamientos
vigorosos y coordinados.
Además,
gran parte de los periódicos y libros que, como las ranas de Egipto, se
esparcen por la tierra, no son solamente vulgares, inútiles y
debilitantes, sino que corrompen y destruyen el alma. La mente y el
corazón indolentes, que no tienen propósito definido, son fácil presa
del maligno. El hongo se arraiga en organismos enfermos, sin vida.
Satanás instala su taller en la mente ociosa.
Diríjase
la mente a ideales elevados y santos, dése a la vida un propósito
noble, absorbente, y el enemigo hallará poco terreno para afirmarse.
Enséñese,
pues a los jóvenes a estudiar detenidamente la Palabra de Dios. Una
vez que haya sido recibida en el alma, será una poderosa barricada
contra la tentación.
"En mi corazón he guardado tus dichos -declara
el salmista-, para no pecar contra ti". "Por la palabra de tus labios
yo me he guardado de las sendas de los violentos".
Sal. 119:11; 17:4.
La
Biblia es su propio intérprete. Debe compararse texto con texto. El
estudiante debería aprender a considerar la Biblia como un todo y a ver
la relación que existe entre sus partes.
* Debería
adquirir el conocimiento de su gran tema central, del propósito
original de Dios hacia el mundo, del comienzo de la gran controversia y
de la obra de la redención.
*Debería,
comprender la naturaleza de los principios que luchan por la
supremacía, y aprender a rastrear su obra a través de las crónicas de la
historia y la profecía, hasta la gran culminación.
*Debería
verificar cómo interviene este conflicto en todos los aspectos de la
vida humana; cómo en su mismo caso cada acto de su vida revela uno u
otro de esos dos motivos antagónicos; y cómo, consciente o
inconscientemente, ahora mismo está decidiendo en qué lado de la
contienda se va a encontrar. 191
Todas
las porciones de la Biblia son inspiradas por Dios y provechosas. Tanta
atención merece el Antiguo Testamento como el Nuevo. Al estudiar el
Antiguo Testamento hallaremos manantiales vivos que brotan de lugares
donde el lector indiferente sólo halla un desierto.
*DANIEL Y APOCALIPSIS.
El
libro de Apocalipsis, junto con el de Daniel, merece estudio especial.
Cada maestro temeroso de Dios debería considerar cómo comprender y
presentar más claramente el Evangelio que nuestro Salvador en persona
vino a dar a conocer a su siervo Juan:
"La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto". *Apoc. 1:1.
Nadie debería desanimarse al estudiar el Apocalipsis a causa de sus símbolos aparentemente místicos.
"Y
si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual
da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". *Sant. 1:5.
"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de la profecía, y
guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca".
*Apoc. 1:3.
*CULTIVEMOS EL AMOR A LAS ESCRITURAS.
Cuando
se despierte un amor verdadero por la Biblia, y el estudiante empiece a
ver cuán vasto es el campo y cuán precioso su tesoro, deseará echar
mano de toda oportunidad que se le presente para familiarizarse con la
Palabra de Dios. Su estudio no se limitará a un tiempo y un lugar
determinados.
Y este estudio continuo es uno de los mejores medios
de cultivar el amor hacia las Escrituras.
El
estudiante debería tener siempre consigo la Biblia. Si tenéis una
oportunidad, leed un texto y meditad en él.
Mientras andáis por la calle, esperáis en la estación del ferrocarril, o
en el lugar de una cita, aprovechad la oportunidad de adquirir algún
pensamiento del tesoro de la verdad.
192
Las
grandes fuerzas motrices del alma son la fe, la esperanza y el amor;
y a
ellas se dirige el estudio de la Biblia, hecho debidamente.
La
hermosura exterior de las Escrituras, la belleza de las imágenes y la
expresión, no es sino el engarce, por así decirlo, de su verdadera joya:
La belleza de la santidad.
En la historia que ofrece de los hombres que anduvieron con Dios,
podemos ver fulgores de su gloria. En el que es "del todo amable" contemplamos a Aquel de quien toda la belleza del cielo y de la tierra no es más que un pálido reflejo.
"Y yo, si fuere levantado de la tierra, -dijo-, a todos atraeré a mí mismo". *Juan 12:32.
A
medida que el estudiante de la Biblia contempla al Redentor,
se
despierta en el alma el misterioso poder de la fe,
la adoración y el
amor.
La mirada se fija en la visión de Cristo
y el que observa se asemeja cada vez
más a lo que adora.
Las palabras del apóstol Pablo llegan a ser el lenguaje del alma: "Y
ciertamente, aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. . . a fin de conocerle, y el
poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos,
llegando a ser semejante a él en su muerte". *Fil. 3:8-10.
Los
manantiales de paz y gozo celestial abiertos en el alma por las
palabras de la Inspiración, se convertirán en un río poderoso de
influencia bendita para todos los que se pongan a su alcance.
CONVIÉRTANSE LOS JÓVENES DE HOY,
los jóvenes que crecen con la Biblia en la mano, en receptores y
transmisores de su energía vivificadora, y fluirán hacia el mundo
corrientes de bendición; influencias cuyo poder para sanar y consolar
apenas podemos concebir, un río de agua viva "que brote para vida eterna".
(La Educación de Elena G de White) 193
(La Educación de Elena G de White) 193
05. LA HISTORIA Y LA PROFECÍA
"¿Quién hizo oír esto desde el principio..... sino yo Jehová?
Y no hay más Dios que yo." Isa. 45:21.
LA
BIBLIA es la historia más antigua y abarcante que poseen los hombres.
Nació de la fuente de la verdad eterna y una mano divina ha preservado
su pureza a través de los siglos. Ilumina el lejano pasado en el cual
en vano trata de penetrar la investigación humana. Solamente en la
Palabra de Dios contemplamos el poder que puso los cimientos de la
tierra y extendió los cielos. Sólo en ella hallamos un relato auténtico
del origen de las naciones. Sólo en ella se da una historia de nuestra
raza, libre de prejuicios u orgullo humanos.
En
los anales de la historia humana, el crecimiento de las naciones, el
levantamiento y la caída de los imperios," parecen depender de la
voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser
determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho.
Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y contemplamos detrás,
encima y entre la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y
el poder de los hombres, los agentes del Ser misericordioso, que
ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de
Dios.
La
Biblia revela la verdadera filosofía de la historia. En las palabras
de belleza inmaculada y ternura 174 que el apóstol Pablo dirigió a los
filósofos de Atenas, se expone el propósito que tenía Dios al crear y
distribuir las razas y naciones. El "de una sangre ha hecho todo
el linaje de los hombres, para que habiten sobre la faz de la tierra; y
les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su
habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando,
puedan hallarle". *Hechos 17:26,27.
Dios declara que cualquiera que lo desee puede
"entrar en los vínculos del pacto". *Eze. 20:37.
Al
crear la tierra, su propósito era que fuese habitada por seres cuya
existencia fuese una bendición para sí mismos y para los demás, y un
honor para su Creador.
Todos los que quieran pueden identificarse con este propósito. De los
tales se dirá:
"Este pueblo he creado para mi, mis alabanzas publicará".
*Isa. 43:21.
Dios ha revelado en su ley los principios básicos de toda prosperidad verdadera,
tanto de las naciones como de los individuos.
"Porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia", declaró Moisés a los israelitas, refiriéndose a la ley de Dios. "Porque no os es cosa vana; es vuestra vida".
*Deut. 4:6; 32:47.
Las
bendiciones así aseguradas a Israel, se prometen en las mismas
condiciones y en el mismo grado a toda nación y a todo individuo que
existe debajo del amplio cielo.
El poder que ejerce todo gobernante en la tierra, se lo otorga el
cielo, y su éxito depende de cómo lo ejerce.
El Atalaya divino dice a cada cual: "Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste". *Isa. 45:5.
Y para todos constituyen una lección de vida las palabras dirigidas a Nabucodonosor: "Tus
pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias
para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu
tranquilidad". *Dan. 4:27. 175
Comprender estas cosas, comprender que "la justicia engrandece a la nación"; que "con la justicia será afirmado el trono" y con "misericordia" *Prov. 14:34; 16:12; 20:28; reconocer la obra de estos principios en la manifestación del poder que "quita reyes, y pone reyes" *Dan. 2:21, es comprender la filosofía de la historia.
Sólo
en la Palabra de Dios está esto claramente expuesto. En ella se
muestra que la fuerza de las naciones, lo mismo que la de los
individuos, no se encuentra en las oportunidades o medios que parecen
hacerlos invencibles; ni tampoco en su pregonada grandeza.
Se mide por la fidelidad con que cumplen el propósito de Dios.
En la historia de la antigua Babilonia se encuentra una ilustración de esta verdad.
El verdadero objeto del gobierno nacional se le presentó al rey Nabucodonosor bajo la figura de un gran árbol, cuya "copa
llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los
confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y
había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las
bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo".
*Dan. 4:11,12.
Esta
figura muestra el carácter de un gobierno que cumple el propósito de
Dios, un gobierno que protege y edifica a la nación.
Dios ensalzó a Babilonia para que pudiera cumplir ese propósito. La
nación prosperó hasta llegar a una altura de riqueza y poder que desde
entonces nunca ha sido igualada, y que en las Escrituras está
adecuadamente representada por el inspirado símbolo de una "cabeza de oro". *Dan. 2:38.
Pero el rey no reconoció el poder que lo había encumbrado. Lleno de orgullo, dijo Nabucodonosor: "¿No
es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué 176 para casa real con la
fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?". *Dan. 4:30.
En vez de ser protectora de los hombres.
Babilonia se convirtió en orgullosa y cruel opresora.
Las
palabras de la Inspiración, que describen la crueldad y la voracidad de
los gobernantes de Israel, revelan el secreto de la caída de Babilonia,
y de la de muchos otros reinos que han caído desde que empezó el mundo:
"Coméis
la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no
apacentáis a las ovejas. No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la
enferma; no vendasteis la perniquebrada, ni buscasteis la perdida, sino
que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia". *Eze.
34:3,4.
El Atalaya divino pronunció contra el rey de Babilonia la sentencia: "¡A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti". *Dan. 4:31.
"Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia.
Siéntate en la tierra, sin trono. . .
Siéntate, calla,
Y entra en tinieblas, hija de los caldeos;
Porque nunca más te llamarán señora de reinos". *Isa. 47:1-5.
"Tú, la que moras entre muchas aguas, rica en tesoros,
Ha venido tu fin, la medida de tu codicia".
"Y Babilonia, hermosura de reinos
Y ornamento de la grandeza de los caldeos,
Será como Sodoma y
Gomorra, a las que trastornó Dios".
*Jer. 51:13; Isa. 13:19.
Gomorra, a las que trastornó Dios".
*Jer. 51:13; Isa. 13:19.
"Y la convertiré en posesión de erizos, y en lagunas de agua;
y la
barreré con escobas de destrucción,
dice Jehová de los ejércitos".
*Isa. 14:23.
*Isa. 14:23.
Se
ha permitido a toda nación que ha ascendido al escenario de la historia
que ocupe su lugar en 177 la tierra para ver si va a cumplir o no el
propósito del "Vigilante y Santo".
La profecía ha anunciado el levantamiento y la caída de los grandes imperios del mundo: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma.
La historia se repitió con cada una de ellas, lo mismo que con naciones menos poderosas. Cada una tuvo su período de prueba,
fracasó, su gloria se marchitó, perdió su poder, y su lugar fue ocupado
por otra.
Aunque las naciones rechazaron los principios de Dios y provocaron con
ese rechazamiento su propia ruina, es evidente que el propósito divino
predominó y se manifestó en todos sus movimientos.
Una
maravillosa representación simbólica dada al profeta Ezequiel durante
su destierro en la tierra de los caldeos, enseña esta lección. Recibió
la visión cuando estaba abrumado por recuerdos tristes y presentimientos
inquietantes. La tierra de sus padres estaba desolada; Jerusalén,
despoblada. El profeta mismo era extranjero en un país donde reinaban
supremas la ambición y la crueldad. Por todas partes veía
manifestaciones de tiranía e injusticia. Su alma estaba afligida y se
lamentaba día y noche. Pero los símbolos que se le presentaron ponían
en evidencia un poder superior al de los gobernantes terrenales.
A orillas del río Quebar, Ezequiel vio un torbellino que parecía,
proceder del norte, "una
gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un esplendor, y
en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente". *Eze. 1:4.
Cuatro seres vivientes movían numerosas ruedas entrelazadas. Por encima de todo esto
"se
veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la
figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre
él". "Y apareció en los querubines la figura de una mano de hombre
debajo de sus alas". *Eze. 1:26; 10:8. 178
Las
ruedas estaban dispuestas en forma tan complicada, que a primera vista
parecía que estaban en desorden; pero se movían en perfecta armonía.
Seres celestiales empujaban las ruedas, y ellos, a su vez, eran
sostenidos y guiados por la mano que estaba debajo de los querubines;
sobre ellos, en el trono de zafiro, estaba el Eterno, y alrededor del
trono un arco iris, emblema de la misericordia divina.
Así
como la disposición complicada de las ruedas estaba bajo la dirección
de la mano que se veía debajo de las alas de los querubines, Dios
dirige el complicado manejo de los acontecimientos humanos. En medio
de la lucha y el tumulto de las naciones, Aquel que se sienta por encima
de los querubines, aún dirige los asuntos terrenales.
La
historia de las naciones que sucesivamente ocuparon el tiempo y el
lugar que se les asignó, y que inconscientemente dieron testimonio de la
verdad cuyo significado ignoraban, tiene un mensaje para nosotros.
Dios ha asignado un lugar en su gran plan a toda nación
y a todo individuo de la actualidad.
Hoy los hombres y las naciones son medidos por la plomada
que sostiene Aquel que no se equivoca.
“Todos deciden su destino por su propia resolución, y Dios dirige todo para que se cumplan sus propósitos”.
La historia que el gran YO SOY ha trazado en su Palabra, al unir los
eslabones de la cadena profética desde la eternidad pasada hasta la
eternidad futura, nos dice dónde estamos hoy en el transcurso de los
siglos, y qué es lo que se puede esperar del futuro.
Todo
lo que la profecía anunció que sucedería hasta el presente, ha sido
registrado en las páginas de la historia, y podemos estar seguros de que
todo lo que vendrá aún se cumplirá en su orden. 179
En
la Palabra de verdad se predice claramente la caída final de los
dominios terrenales. En la profecía anunciada cuando Dios pronunció la
sentencia contra el último rey de Israel, se da el mensaje: "Así
ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona... sea
exaltado lo bajo, y humillado lo alto. A ruina, a ruina, a ruina lo
reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y
yo se lo entregaré". *Eze. 21:26,27.
La corona que se le quitó a Israel pasó sucesivamente a
los reinos de Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma.
Dios dice: "Esto no será más, hasta que venga aquel
cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré."
Ese tiempo está cerca. Las señales de los tiempos declaran hoy que
estamos en el umbral de sucesos grandes y solemnes. Todo está en
agitación en el mundo. Ante nuestra vista se cumple la profecía del
Salvador referente a los sucesos que precederán a su venida:
"Oiréis de guerras, y rumores de guerras. . . Se levantará nación
contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y
terremotos en diferentes lugares".
Mt. 24:6,7.
La
época actual es de sumo interés para todos los vivientes. Los
gobernantes y estadistas, los hombres que ocupan puestos de confianza y
autoridad, los hombres y mujeres que piensan, de toda clase social
tienen la atención fija en los sucesos que ocurren alrededor de
nosotros.
Observan
las relaciones tirantes que mantienen las naciones. Observan la
tensión que se está apoderando de todo elemento terrenal, y reconocen
que está por ocurrir algo grande y decisivo, que el mundo está al borde
de una crisis estupenda.
En
este mismo momento los ángeles están sosteniendo los vientos de
contienda para que no soplen 180 hasta que el mundo reciba la
advertencia de su próxima condenación; pero se está preparando una
tormenta; ya está lista para estallar sobre la tierra; y cuando Dios
ordene a sus ángeles que suelten los vientos, habrá una escena tal de
lucha, que ninguna pluma podría describirla.
*SOLO LA BIBLIA ACLARA LA HISTORIA.
La
Biblia, y sólo la Biblia da una idea exacta de estas cosas. En ella se
revelan las grandes escenas finales de la historia de nuestro mundo,
sucesos que ya proyectan sus sombras, que al aproximarse hacen temblar
la tierra con su ruido y hacen desfallecer de temor a los hombres.
"He
aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y
hace esparcir a sus moradores. . . Porque traspasaron las leyes,
falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa
la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados. . .
Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se
alegran, cesó la alegría del arpa". *Isa. 24:1-8
"¡Ay
del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como
destrucción por el Todopoderoso. . . El grano se pudrió debajo de los
terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque
se secó el trigo. ¡Cómo gimieron las bestias! ¡Cuán turbados anduvieron
los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! También fueron
asolados los rebaños de las ovejas".
"La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera
y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se
extinguió el gozo de los hijos de los hombres". Joel 1:15-18,12.
"Me
duelen las fibras de mi corazón. . . no callaré; porque sonido de
trompeta has oído, oh alma 181 mía, pregón de guerra. Quebrantamiento
sobre quebrantamiento es anunciado; porque toda la tierra es destruida;
de repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas".
"Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos,
y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y
todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas
las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil era
un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová…".
*Jer. 4:19,20, 23-26
*Jer. 4:19,20, 23-26
"¡Ah,
cuán grande es aquel día! Tanto, que, no hay otro semejante a él;
tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado". *Jer. 30:7.
"Anda,
pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas;
escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación".
Isa. 26:20.
Isa. 26:20.
"Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada".
*Sal. 91:9,10.
*Sal. 91:9,10.
"El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
De Sión, perfección de hermosura,
Dios ha resplandecido.
Vendrá nuestro Dios, y no callará;
Fuego consumirá delante de él,
Y tempestad poderosa le rodeará.
*Convocará a los cielos de arriba,
Y a la tierra, para juzgar a su pueblo. . .
Y los cielos declararán su justicia,
Porque Dios es el juez". *Isa. 50:1-3,4-6.
"Hija
de Sión. . . allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de
tus enemigos. Pero 182 ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y
dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo en Sión.
Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su
consejo".
*Miq. 4:10-12.
"Más
yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová;
porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se
acuerda. Así ha dicho Jehová: He aquí yo hago volver los cautivos de
las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia".
* Jer. 30:17,18.
Y se dirá en aquel día:
"He aquí, éste es nuestro Dios,
Le hemos esperado, y nos salvará;
Este es Jehová a quien hemos esperado,
Nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación".
"Destruirá a la muerte para siempre. . . y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho". *Isa. 25:9,8.
"¡Mira
a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes! tus ojos verán a
Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada. . . Porque
Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro
Rey".
*Isa. 33:20-22.
"Juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad
por los mansos de la tierra". Isa. 11:4.
Entonces se cumplirá el propósito de Dios;
los principios de su reino serán honrados
por todos los que habiten debajo del sol.
"Nunca más se oirá en tu tierra violencia,
Destrucción ni quebrantamiento en su territorio,
Sino que a tus muros llamarás Salvación,
Y a tus puertas Alabanza".
"Con justicia serás adornada;
Estarás lejos de opresión, porque no temerás,
Y de temor, porque no se acercará a ti".
* Isa. 60:18; 54:14. 183
Los profetas a quienes fueron reveladas estas grandes escenas anhelaban comprender su significado. Ellos "inquirieron.
. . diligentemente. . . escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba
el Espíritu de Cristo que estaba en ellos. . . A éstos se les reveló que
no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que
ahora os son anunciadas. . . cosas en las cuales anhelan mirar los
ángeles".
*1 Pedro 1:10-12.
*1 Pedro 1:10-12.
Para
nosotros, que estamos al borde mismo de su cumplimiento, ¡de cuán
profunda importancia, de cuán palpitante interés, son estas
descripciones de los sucesos venideros, que los hijos de Dios han
esperado, anhelado, y orado desde que nuestros primeros padres salieron
del Edén!
En
este tiempo, antes de la gran crisis final, lo mismo que antes de la
primera destrucción del mundo, los hombres están absortos en los
placeres y otras ocupaciones que atañen a los sentidos.
Embargados por lo visible y lo transitorio,
han perdido de vista lo invisible y lo eterno.
Sacrifican
riquezas imperecederas por cosas que perecen con el uso. Es necesario
elevar sus mentes y ampliar sus conceptos de la vida. Es necesario
despertarlos del letargo del sueño mundano.
Necesitan
aprender, del nacimiento y la caída de las naciones, tal como lo
presenta la Santa Escritura, de cuán poco valor es la gloria externa y
mundanal. Babilonia, con todo su poder y magnificencia, que el mundo no
volvió a contemplar -poder y magnificencia que parecieron estables y
duraderos- ha desaparecido completamente.
Ha perecido "como la flor del campo".
Así perece todo lo que no tiene a Dios como cimiento. Sólo puede
durar lo que está ligado al propósito divino y expresa el carácter de
Dios. Sus principios son lo único firme que el mundo conoce. 184
Estas son las grandes verdades que tanto
los jóvenes como los ancianos necesitan aprender.
Necesitamos
estudiar el cumplimiento del propósito de Dios en la historia de las
naciones y en la revelación de las cosas futuras, a fin de poder estimar
en su verdadero valor las cosas visibles e invisibles, aprender cuál es
el verdadero ideal de la vida; dar el uso más noble y adecuado a las
cosas del tiempo, una vez consideradas a la luz de la eternidad.
De
este modo, al aprender aquí los principios de su reino, y al llegar a
ser sus súbditos y ciudadanos, podremos prepararnos para entrar en
posesión de él cuando el Señor venga.
El día está cerca. El tiempo que queda es demasiado breve para las
lecciones que hay que aprender, la obra que hay que hacer, la
transformación del carácter que debe efectuarse.
"Hijo de hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: La
visión que éste ve es para de aquí a muchos días, para lejanos tiempos
profetiza éste. Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: No se
tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se
cumplirá, dice Jehová el Señor". *Eze. 12:27,28.
(La Educación de Elena G de White) 185
(La Educación de Elena G de White) 185
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01. REFLEXIONES 01-30/ENLACES
01. LA VANIDAD AUMENTA POR LA PEREZA Y AVARICIA. https://educacionespiritualmhp.blogspot.com/2020/08/01-la-vanidad-aumenta-por-la-pereza-y....