No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. Isaías 8:12.
No llaméis. Aunque Dios
habla a Isaías personalmente, también incluye al pueblo (vers. 1l). Hasta el
vers. 15 inclusive, Dios sigue dirigiéndose al pueblo. En el vers. 16 vuelve a
dirigirse personalmente a Isaías.
Conspiración. Siria e
Israel habían conspirado contra Judá (cap. 7: 2, 5-6), y Acaz, por su parte, se
había aliado con Asiria contra Israel y Siria (2 Rey. 16: 7-9). Acaz y el
pueblo de Judá tenían temor de la alianza sirio-israelita, y se habían unido
con los paganos a fin de hacerle frente. Por haber confiado en los paganos en
vez de confiar en Dios, el Señor había reprendido a Acaz. Que su pueblo profeso
se aliara con los idólatras era una ofensa para el Dios del cielo.
EL SEÑOR deseaba
que su pueblo se mantuviera independiente, separado del mundo. Hemos de
consultar a Dios y encontrar nuestra fuerza en él. Sólo así podrá acompañarnos
la presencia del Señor. Sólo así podremos realizar su obra en la forma como él
desea que la hagamos.
Cuando el
pueblo de Dios establece cualquier clase de alianza con los que no conocen al
Señor, LA POLÍTICA HUMANA inevitablemente reemplaza los principios celestiales,
y la obra del Señor sufre. Nuestra fuerza no radica en una estrecha vinculación con el mundo,
sino en la completa separación de él. 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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