lunes, 22 de julio de 2019

LA TEMPERANCIA Y EL RÉGIMEN ALIMENTARIO


LA CULTURA FÍSICA
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas 
y que tengas salud, así como prospera tu alma". 3 Juan 1:2. 

B.- LA TEMPERANCIA Y EL RÉGIMEN ALIMENTARIO.
"Todo aquel que lucha, de todo se abstiene". 1Cor. 9:25.
TODO estudiante necesita comprender la relación que existe entre la vida sencilla y el pensamiento elevado.  A nosotros nos toca decidir individualmente si nuestras vidas han de ser regidas por la mente o por el cuerpo.  Cada joven por sí mismo debe hacer la decisión que amoldará su vida, y no se deberían ahorrar energías para hacerle comprender las fuerzas con las cuales tendrá que contender, y las influencias que modelan el carácter y determinan el destino.

La intemperancia es un enemigo contra el cual debemos precavernos todos.  El rápido aumento de este terrible mal debería incitar a la lucha a todo el que ama al género humano.  La costumbre de dar instrucción en cuanto a temas de temperancia en las escuelas, es un paso que se está dando en la buena dirección.  Debería practicarse esa costumbre en todas las escuelas y todos los hogares.  Los jóvenes y los niños deberían comprender la parte que el alcohol, el tabaco y otros venenos similares desempeñan en la ruina del cuerpo, el entorpecimiento de la mente y la sensualización del alma.  
Debería explicarse que ninguno que use esas cosas poseerá por mucho tiempo toda la fuerza de sus facultades físicas, mentales o morales.

Pero, a fin de descubrir la raíz de la intemperancia, debemos ir más allá del uso del alcohol o el tabaco. La ociosidad, la falta de ideales, las malas compañías, pueden ser las causas que predisponen 203 a la intemperancia. A menudo se las halla en la mesa del hogar de las familias que se consideran estrictamente temperantes.  
Todo lo que desordene la digestión, que cree una excitación mental anormal, o que de cualquier modo debilite el organismo y perturbe el equilibrio de las facultades mentales y físicas, disminuye el dominio de la mente sobre el cuerpo y tiende a fomentar la intemperancia.  

Si se buscara el motivo de la caída de más de un joven promisorio, 
se llegaría a apetitos anormales creados por un régimen alimentarlo malsano.

El té, el café, los condimentos, los dulces y las tortas, son causas activas de indigestión.  La carne también es perjudicial.  Su efecto naturalmente excitante debería ser argumento suficiente contra su consumo; y el hecho de que los animales estén casi universalmente enfermos la hace doblemente reprobable.  Tiende a irritar los nervios y excitar las pasiones, de modo que predominan las tendencias más bajas.

Los que se acostumbran a un régimen alimentario muy sazonado y estimulante, descubren al cabo de un tiempo que el estómago no se satisface con alimentos sencillos.  Exige cosas cada vez más condimentadas, picantes y excitantes.  
A medida que los nervios se perturban y el organismo se debilita, la voluntad parece impotente para resistir al apetito pervertido.  La delicada membrana del estómago se irrita de tal modo que no la alivia ni el alimento más excitante. Se siente una sed que sólo la bebida fuerte puede calmar.

ES EL COMIENZO DEL MAL LO QUE DEBERÍA EVITARSE 
Al instruir a los jóvenes debería explicarse el efecto que tiene el apartarse de lo recto, por poco que parezca.  Debería enseñarse al estudiante el valor que tiene un régimen alimentarlo sencillo y saludable para impedir el deseo de estimulantes artificiales.  Establézcase desde los primeros años el hábito del 204 dominio propio.  Incúlquese en los jóvenes el pensamiento de que deben ser amos y no esclavos.  Dios los ha hecho reyes del reino que hay dentro de ellos y deben tomar posesión del trono asignado por el cielo.  Si se da fielmente esta instrucción, los buenos resultados se extenderán más allá de los jóvenes mismos.  La influencia ejercida salvará a miles de hombres y mujeres que están al borde mismo de la ruina.

*EL RÉGIMEN ALIMENTARIO Y EL DESARROLLO MENTAL.
La relación del régimen alimentarlo con el desarrollo intelectual debería recibir más atención de la que ha recibido hasta ahora.  A menudo, la confusión y el embotamiento mental son el resultado de errores en el régimen alimentario.
Con frecuencia se arguye que, en la elección del alimento, el apetito es un guía seguro.  Esto sería cierto si se hubieran obedecido siempre las leyes de la salud.  Pero a causa de los hábitos erróneos, practicados de generación en generación, el apetito se ha pervertido de tal modo que constantemente ansía algo dañino.  Ahora no sé puede confiar en él como guía.

En el estudio de la higiene se les debería enseñar a los alumnos el valor nutritivo de los diferentes alimentos.  Debería explicarse el efecto de una alimentación concentrada y estimulante, y también de los alimentos que no tienen suficientes elementos nutritivos.  El té, el café, el pan blanco, los encurtidos [pickles], las verduras de fibras bastas, los caramelos, los condimentos y las tortas, no proveen la debida nutrición.  Más de un estudiante ha quebrantado su salud por ingerir esos alimentos.  Más de un niñito débil, incapaz de todo esfuerzo físico o mental vigoroso, es víctima de un régimen alimentario pobre.  Los cereales, las frutas frescas, las frutas oleaginosas o nueces y los vegetales, debidamente combinados, contienen todos los elementos nutritivos, 205 y si están bien preparados, constituyen la alimentación que más aumenta la fuerza física y mental.

Es necesario considerar no sólo las propiedades del alimento, sino también su adaptación al consumidor.  A menudo las personas que se dedican principalmente al trabajo mental, deben privarse de alimentos que pueden ser consumidos libremente por las que hacen trabajo físico.  También se debería dedicar atención a la debida combinación de los alimentos.  Los que hacen trabajo mental o tienen ocupaciones sedentarias, deberían combinar pocas clases de alimentos en una comida.

Ha de evitarse el exceso de comida, aunque sea de la más saludable.  El cuerpo no puede usar más de lo que se requiere para la reparación de los diversos órganos del cuerpo, y el exceso entorpece al organismo.  Más de un estudiante cree haber arruinado su salud por el exceso de estudio, cuando la verdadera causa es el exceso de alimento.  Mientras se presta la debida atención a las leyes de la salud, el trabajo mental ofrece poco peligro, pero en muchos casos del así llamado fracaso mental, lo que cansa el cuerpo y debilita la mente es el hábito de sobrecargar el estómago.

En muchos casos, es mejor comer dos veces al día que tres.  La cena, a una hora temprana, interrumpe la digestión de la comida anterior.  A una hora tardía, no tiene tiempo para ser digerida antes del momento de ir a acostarse.  En esa forma, el estómago no tiene el descanso debido, se perturba el sueño, el cerebro y los nervios se cansan, se pierde el apetito por el desayuno, y todo el organismo no recibe nuevo vigor, ni está preparado para desempeñar los deberes del día.
No se debería pasar por alto la importancia de la regularidad de las horas para comer y dormir.  Puesto que la obra de reparar el cuerpo se efectúa durante 206 las horas de descanso, es esencial especialmente para los jóvenes, que el sueño sea metódico y abundante.

Siempre que podamos, deberíamos evitar el comer apresuradamente.  Cuanto más breve es el tiempo de que se dispone, menos se debe comer.  Es mejor omitir una comida que comer sin masticar debidamente.
La hora de la comida debería ser un momento de sociabilidad y descanso. Debería desaparecer todo lo que abrume o irrite.  Se deberían abrigar sentimientos de confianza, bondad y gratitud hacia el Dador de todo lo bueno, y la conversación debería ser alegre y de un carácter comunicativo, que eleve sin cansar.

La observancia de la temperancia y la regularidad en todas las cosas tiene un poder maravilloso. Para producir la dulzura y la serenidad de carácter que tanto contribuyen a suavizar el camino de la vida, será de más valor que las circunstancias o las dotes naturales.  Al mismo tiempo, el dominio propio así adquirido resultará ser una de las condiciones más valiosas para hacer frente con éxito a los serios deberes y las realidades que esperan a todo ser humano.

Los caminos de la sabiduría "son caminos deleitosos,
 y todas sus veredas paz". *Prov. 3:17. 

Medite todo joven que tiene ante sí posibilidades de un destino superior al de reyes coronados en la lección transmitida por las palabras del sabio: "¡Bienaventurada tú, tierra, cuando. . . tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para beber!" *Ecles. 10:17.  (La Educación de Elena G de White)  207

EL ESTUDIO DE LA FISIOLOGÍA.


LA CULTURA FÍSICA
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, 
así como prospera tu alma". 3 Juan 1:2. 195 

EL ESTUDIO DE LA FISIOLOGÍA. 
"Asombrosa y maravillosamente he sido formado" (VM). Sal. 139:14. 
 PUESTO que la mente y el alma hallan expresión por medio del cuerpo, tanto el vigor mental como el espiritual dependen en gran parte de la fuerza y la actividad físicas; todo lo que promueva la salud física, promueve el desarrollo de una mente fuerte y un carácter equilibrado. Sin salud, nadie puede comprender en forma clara ni cumplir completamente sus obligaciones hacia sí mismo, sus semejantes, o su Creador. Debiera cuidarse, por lo tanto, tan fielmente la salud como el carácter. 

El conocimiento de la fisiología y la higiene
debería ser la base de todo esfuerzo educativo.

Aunque está tan difundido el conocimiento de los hechos fisiológicos, se nota una alarmante indiferencia hacia los principios higiénicos. 
Aún entre los que conocen esos principios, pocos son los que los ponen en práctica. 
 Se sigue tan ciegamente el impulso o la inclinación, como si la vida fuera regida por la mera casualidad, más bien que por leyes definidas e invariables. 

La juventud, que está en la frescura y el visor de la vida, se percata poco del valor de su abundante energía. ¡Con cuánta ligereza considera un tesoro más precioso que el oro, más esencial para el progreso que el saber, la alcurnia o las riquezas! ¡Con qué precipitación lo despilfarra! 

¡Cuántos hay que, habiendo sacrificado la salud en la lucha por obtener riquezas o poder, cuando están a punto de lograr el 196 objeto de su deseo, caen impotentes, mientras que otro, poseedor de una resistencia física superior, se apropia del anhelado premio! ¡Cuántos son los que, a causa de condiciones morbosas, consecuencia del descuido de las leyes de la higiene, han adquirido malas costumbres, y han sacrificado toda esperanza para este mundo y el venidero! 

 Al estudiar fisiología, debería enseñarse a los alumnos a apreciar el valor de la energía física, y cómo se la puede conservar y desarrollar para que contribuya en el mayor grado posible al éxito en la gran lucha de la vida. Mediante lecciones sencillas y fáciles se debería enseñar a los niños, desde sus primeros años, los rudimentos de la fisiología y la higiene. Esta obra la debería empezar la madre en el hogar, y la debería continuar fielmente la escuela. 

A medida que la edad de los alumnos aumente, se debería seguir instruyéndolos en ese ramo, hasta que estén capacitados para cuidar de la casa en la cual viven. Deberían comprender la importancia que tiene el evitar las enfermedades mediante la conservación del vigor de cada órgano, y también se les debería enseñar a actuar en caso de enfermedades comunes y accidentes.

 En toda escuela se debería enseñar fisiología e higiene, y en cuanto fuese posible se debería proveer material para ilustrar la estructura del cuerpo, su empleo y cuidado. En el estudio de la fisiología no se incluyen por lo general algunos asuntos que deberían considerarse, que son de mayor valor para el estudiante que muchos detalles técnicos que comúnmente se enseñan bajo ese título. 

 Como principio fundamental de toda la educación correspondiente a este ramo, se debería enseñar a los jóvenes que las leyes de la naturaleza son leyes de Dios, tan ciertamente divinas como los preceptos del Decálogo. 
 El Señor ha escrito en cada nervio, músculo y fibra del cuerpo las leyes 197 que gobiernan nuestro organismo. Toda violación de esas leyes, cometida por descuido o con premeditación, es un pecado contra nuestro Creador. 

 ¡Cuán necesario es, pues, que se imparta un conocimiento completo de estas leyes!
 Se debería prestar mucho mayor atención de la que comúnmente se concede a los principios de higiene que se aplican al régimen alimentarlo, al ejercicio, al cuidado de los niños, al tratamiento de los enfermos y a muchos asuntos semejantes. 

Se debería dar realce a la influencia que tiene la mente sobre el cuerpo y éste sobre aquélla. La energía eléctrica del cerebro, aumentada por la actividad mental, vitaliza todo el organismo, y es de ayuda inapreciable para resistir la enfermedad.

 Debería explicarse bien este punto. También se debería presentar el poder de la voluntad y la importancia del dominio propio, tanto en la conservación de la salud como en su recuperación, como asimismo el efecto depresivo y hasta ruinoso de la ira, el descontento, el egoísmo o la impureza y, por otra parte, el maravilloso poder vivificador que se encuentra en la alegría, la abnegación y la gratitud. 

 Hay en la Escritura una verdad relativa a la fisiología que necesitamos considerar: 
 "El corazón alegre constituye buen remedio". *Prov. 17:22. "Y tu corazón guarde mis mandamientos -dice Dios-; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán". "Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo". "Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos". *Prov. 3:1,2; 4:22; 16:24. 
 Los jóvenes necesitan comprender la profunda verdad fundamental de la declaración bíblica según la cual con Dios "está el manantial de la vida". *Sal. 36:9. 

 No sólo es el Creador de todo, sino la vida de todo lo viviente. Es su vida la que recibimos en la luz del sol, en el aire puro y suave, en el alimento que 198 fortifica nuestros cuerpos y sostiene nuestra fuerza. Por su vida existimos hora tras hora, momento tras momento. 
 A menos que hayan sido pervertidos, todos sus dones tienden a la vida, la salud y el gozo. "Todo lo hizo hermoso en su tiempo" *Ecles. 3:11, y se obtendrá la verdadera belleza no echando a perder la obra de Dios, sino armonizándola con las leyes de Aquel que creó todas las cosas y que se complace en su belleza y perfección.

 Cuando se estudia el mecanismo del cuerpo, se debería dirigir la atención a su maravillosa adaptación de los medios al fin, a la armoniosa acción y dependencia de los diferentes órganos. 

 Una vez que se ha despertado el interés del estudiante y se le ha hecho ver la importancia de la cultura física, el maestro puede hacer mucho para obtener el debido desarrollo y formar hábitos correctos. 

Entre las primeras cosas que se debería tratar de lograr, figura la postura correcta, tanto cuando se está sentado como de pie. Dios hizo al hombre erguido y desea qué obtenga no sólo beneficio físico, sino mental y moral, como asimismo la gracia, la dignidad, el aplomo, el valor y la confianza en si mismo que tiende a producir esa postura. 

 Enseñe esto el maestro por precepto y por ejemplo. Muéstrese en 
qué consiste una postura erguida e insístase en que se mantenga. 
 Siguen en importancia a la postura correcta la respiración y la cultura vocal. 
Es más probable que respire correctamente aquel que se mantiene erguido cuando está sentado o de pie. Pero el maestro debería inculcar en los alumnos la importancia de la respiración profunda. 

 Muéstrese cómo la acción sana de los órganos respiratorios, que ayuda a la circulación de la sangre, vigoriza todo el organismo, despierta el apetito, promueve la digestión, produce un 199 sueño sano y dulce, y de ese modo no sólo le da descanso al cuerpo, sino que calma y sirve de sedante a la mente. 

 Al mismo tiempo que se muestra la importancia de la respiración profunda, debería insistiese en que se la practique. Háganse ejercicios que la estimulen y al mismo tiempo trátese de formar el hábito. 

La cultura de la voz ocupa un lugar importante en la cultura física, puesto que tiende a dilatar y fortalecer los pulmones, y alejar así la enfermedad. Para conseguir una formación correcta, tanto en la lectura como en la conversación, cuídese que los músculos abdominales tengan libertad de movimientos al respirar, y que los órganos respiratorios no estén oprimidos.

 La presión debería ejercerse sobre los músculos del abdomen más que sobre los de la garganta. De ese modo se evitará que ésta se fatigue, y que se enferme gravemente. Debe procurarse con cuidado una pronunciación clara, con tonos suaves y bien modulados y con una forma de expresarse que no sea muy rápida. 

 Esto no sólo estimulará la salud, sino que contribuirá en gran medida a que sea más agradable y eficaz la tarea del estudiante. 

La enseñanza de estas cosas proporciona una áurea oportunidad para demostrar lo necio y malo que es el uso de fajas que oprimen la cintura, y cualquier otra costumbre que restrinja la acción vital. Las modas malsanas dan por resultado una serie casi interminable de enfermedades, y debería darse cuidadosa instrucción con respecto a este asunto. 

Hágase comprender a los alumnos el peligro de permitir que la ropa cuelgue de las caderas u oprima cualquier órgano del cuerpo. Se deberían llevar vestidos que permitan respirar libremente y levantar sin dificultad los brazos por encima de la cabeza. La opresión de los pulmones no sólo impide su desarrollo, sino que estorba el proceso de la digestión y la circulación, debilitando así todo el cuerpo. Todas 200 estas costumbres menoscaban la fuerza física y mental, y estorban el progreso del alumno, privándolo a menudo del éxito. 

En el estudio de la higiene, el maestro concienzudo aprovechará toda oportunidad posible para mostrar la necesidad de una perfecta pureza, tanto de las costumbres personales como del ambiente en que uno vive.

 Debería darse énfasis al valor del baño diario como 
estimulante para la salud y la acción mental.

 También debería prestarse atención a la luz solar y a la ventilación, 
a la higiene del dormitorio y de la cocina. 

 Enséñese a los alumnos que un dormitorio que reúna todas las condiciones higiénicas, una cocina limpia y una mesa arreglada con gusto y saludablemente provista, contribuirán más para lograr la felicidad de la familia y el aprecio de cualquier visita sensata, que un costoso juego de muebles que adorne la sala. 

 No es menos necesaria ahora que cuando fue enseñada hace mil ochocientos años esta lección del Maestro divino: "La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido". *Luc 12:23. 

El estudiante de fisiología debería aprender que el objeto de su estudio no consiste solamente en obtener un conocimiento de hechos y principios.

Este solo daría poco beneficio. Puede ser que comprenda la importancia de la ventilación; su pieza puede tener aire puro, pero a menos que llene debidamente sus pulmones, sufrirá los resultados de una respiración imperfecta. Debe comprenderse, pues, la necesidad de la limpieza, y proveerse las facilidades necesarias, pero todo será inútil a menos que sea puesto en práctica. 

 El gran requisito en la enseñanza de estos principios es impresionar al alumno con su importancia, de modo que los ponga escrupulosamente en práctica. 201

 Mediante una figura hermosísima e impresionante, la Palabra de Dios muestra en qué consideración tiene él nuestro organismo físico y la responsabilidad que tenemos de conservarlo en la mejor condición: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" "Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es". *1 Cor. 6:19; 3:17. 

 Incúlquese en los alumnos el pensamiento de que el cuerpo es un templo en el cual Dios desea vivir, que hay que conservarlo puro, como morada de pensamientos elevados y nobles. Al ver, por medio del estudio de la fisiología, que están "asombrosa y maravillosamente" *Sal. 139:14, formados, sentirán reverencia. 

 En vez de mancillar la obra de Dios, anhelarán hacer de su parte todo lo posible por cumplir el glorioso plan del Creador. De ése modo llegarán a considerar la obediencia a las leyes de la salud, no como un sacrificio, o un acto de abnegación, sino como lo que realmente es: Un privilegio y una bendición inestimables. 
(La Educación de Elena G de White) 202

06. LA ENSEÑANZA Y EL ESTUDIO DE LA BIBLIA.

"Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría... 
Y la escudriñaras como a tesoros" Prov. 2: 2,4.
 EN SU niñez, juventud y virilidad, Jesús estudió las Escrituras. En su infancia, su madre le enseñó diariamente conocimientos obtenidos de los pergaminos de los profetas. En su juventud, a la hora de la aurora y el crepúsculo, a menudo estuvo solo en la montaña o entre los árboles del bosque, para dedicar unos momentos a la oración y al estudio de la Palabra de Dios. Durante su ministerio, su íntimo conocimiento de las Escrituras dio testimonio de la diligencia con que las había estudiado. Y puesto que él obtuvo su conocimiento del mismo modo como podemos obtenerlo nosotros, su maravilloso poder mental y espiritual es una prueba del valor de la Biblia como medio educativo. Nuestro Padre celestial, al dar su Palabra, no olvidó a los niños. 

¿Puede hallarse entre los escritos de los hombres algo que tenga tanta influencia sobre el corazón, algo tan adecuado para despertar el interés de los pequeñuelos, como los relatos de la Biblia? 

Mediante esas sencillas historias se pueden explicar los principios de la ley de Dios. Así, por medio de ilustraciones adecuadas a la comprensión del niño, los padres y maestros pueden empezar desde los primeros años a cumplir la orden del Señor en cuanto a sus leyes: 
"Y las repetirás a tus hijos, y 186 hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes". *Deut. 6:7. 

 El uso de ilustraciones, pizarrones, mapas y figuras ayudará a explicar estas lecciones y grabarlas en la memoria. Los padres y maestros deberían buscar constantemente métodos mejores. 

La enseñanza de la Biblia merece nuestros pensamientos mas frescos, nuestros mejores métodos y nuestro más ferviente esfuerzo. Para despertar y fortalecer el amor hacia el estudio de la Biblia, mucho depende del uso que se haga de la hora del culto. 

Las horas del culto matutino y del vespertino deberían ser las más dulces y útiles del día. Entiéndase que no deben interferir con esa hora pensamientos perturbadores y poco amables.

 Reúnanse los padres y los niños para encontrarse con Jesús, y para invitar a los santos ángeles a estar presentes en el hogar. 
 Los cultos deberían ser breves y llenos de vida, adaptados a la ocasión, y variados. Todos deberían tomar parte en la lectura de la Biblia, y aprender y repetir a menudo la ley de Dios. 
Los niños tendrán más interés si a veces se les permite que escojan la lectura. Háganseles preguntas acerca de lo leído y permítaselas que también las hagan ellos. 

Menciónese cualquier cosa que sirva para ilustrar su significado. Si el culto no es demasiado largo, permítase que los pequeñuelos oren y se unan al canto, aunque se trate de una sola estrofa. A fin de dar al culto el carácter que debe tener, es necesaria cierta preparación. 
Los padres deberían consagrar tiempo diariamente al estudio de la Biblia con sus hijos. Sin duda, se requerirá esfuerzo, reflexión y algún sacrificio para llevar a cabo esto, pero el esfuerzo será ricamente recompensado. 187 

Dios ordena a los padres, como preparación para enseñar sus preceptos, que los guarden en su corazón. "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón -dice Jehová-; y las repetirás a tus hijos". * Deut. 6:6,7. 

 Para interesar a nuestros niños en la Biblia, 
nosotros mismos debemos tener interés en ella.
 Para despertar en ellos el amor hacia su estudio, nosotros mismos debemos amarlo. 
 La instrucción que les demos irá acompañada sólo del peso de la influencia que le presten nuestro propio ejemplo y espíritu. 

Dios llamó a Abrahán para que fuera maestro de su palabra, lo escogió para que fuese padre de una gran nación, porque vio que instruiría a sus hijos y a su casa en los principios de la ley de Dios. El poder de la enseñanza de Abrahán se debió a la influencia de su vida. Formaban su casa más de mil personas, muchas de las cuales eran jefes de familia y no pocas recién convertidas del paganismo. Semejante casa necesitaba que una mano firme manejara el timón. 

 Los métodos débiles y vacilantes no servían. Dios dijo a Abrahán: "Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí". Sin embargo, ejercía su autoridad con tal sabiduría y ternura que cautivaba los corazones. El testimonio del Atalaya divino es: 
"Que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio". *Gen. 18:19. 

 Y la influencia de Abrahán se extendió más allá de su casa. Doquiera levantaba su tienda, erigía un altar a su lado para ofrecer sacrificios y adorar. Cuando trasladaba la tienda a otro lugar, quedaba el altar, y más de un nómada cananeo que había llegado a conocer a Dios por medio de la vida de Abrahán, su siervo, se detenía junto a ese altar para ofrecer un sacrificio a Jehová.188 

 No será menos eficaz hoy la enseñanza de la Palabra de Dios cuando halle un reflejo tan fiel como ése en la vida del Maestro. No basta saber lo que otros han pensado o aprendido acerca de la Biblia. 

 En el juicio cada uno deberá dar cuenta de sí mismo a Dios, y cada uno debería aprender ahora por sí mismo cuál es la verdad. Pero para que el estudio sea eficaz, hay que despertar el interés del alumno. 

 Y especialmente el que tiene que tratar con niños y jóvenes, que difieren muchísimo en carácter, educación y hábitos mentales, no debe perder de vista este asunto. Al enseñar la Biblia a los niños, será conveniente observar la tendencia de sus mentes, las cosas que les llaman la atención, y despertar su interés por ver lo que la Biblia dice acerca de esas cosas. 

 El que nos creó y nos dotó de diferentes aptitudes, ha dado en su Palabra algo para cada cual. A medida que los alumnos vean que las lecciones de la Biblia se aplican a sus vidas, hay que enseñarles a considerarla su consejera. También hay que ayudarles a apreciar su maravillosa belleza. Se recomienda o a lo menos se permite la lectura de muchos libros que no son de verdadero valor, libros excitantes y malsanos, sólo por su supuesto valor literario. 

¿Por qué hemos de invitar a nuestros niños a beber de esos manantiales contaminados, cuando pueden tener libre acceso a las fuentes puras de la Palabra de Dios? 

 La Biblia tiene una inagotable abundancia, fuerza y profundidad de significado. Hay que animar a los niños y jóvenes a buscar sus tesoros, tanto de significado como de expresión. 
A medida que la belleza de estas cosas preciosas atraiga la mente, un poder suavizador y subyugante conmoverá el corazón. 

 Serán atraídos a Aquel que se les reveló de ese modo. Y pocos serán los que no sientan deseos de conocer más sus obras y caminos. 189 

Debería enseñarse al estudiante de la Biblia a acercarse a ella con el espíritu del que aprende. Debemos escudriñar sus páginas, no en busca de pruebas que apoyen nuestras opiniones, sino para saber lo que Dios dice. 

Sólo se puede obtener un verdadero conocimiento de la Biblia mediante la ayuda del Espíritu que dio la Palabra. Y a fin de obtener ese conocimiento debemos vivir de acuerdo con él. Debemos obedecer todo lo que la Palabra de Dios manda. Podemos reclamar todas sus promesas. 

 Mediante su poder, debemos vivir la vida que ella recomienda. Sólo si se la considera de este modo, se la puede estudiar eficazmente. El estudio de la Biblia requiere nuestro más diligente esfuerzo y nuestra más perseverante meditación. Con el mismo afán y la misma persistencia con que el minero excava la tierra en busca del tesoro, deberíamos buscar nosotros el tesoro de la Palabra de Dios. 

En el estudio diario, el método que consiste en examinar un versículo tras otro es a menudo utilísimo. Tome el estudiante un versículo, concentre la mente para descubrir el pensamiento que Dios encerró para él allí, y luego medite en él hasta hacerlo suyo. Un pasaje estudiado en esa forma, hasta comprender su significado, es de más valor que la lectura de muchos capítulos sin propósito definido y sin que se obtenga verdadera instrucción.

 Una de las principales causas de la ineficacia mental y la debilidad moral es la falta de concentración para lograr fines importantes. 

 Nos enorgullecemos de la vasta difusión de las publicaciones, pero esa gran cantidad de libros -aún de los que en sí mismos no son perjudiciales- pueden ser definidamente dañina. Con la inmensa corriente de material impreso que sale constantemente de las prensas, tanto los adultos como los jóvenes adquieren el 190 hábito de leer en forma apresurada y superficial, y la mente pierde la facultad de elaborar pensamientos vigorosos y coordinados. 

 Además, gran parte de los periódicos y libros que, como las ranas de Egipto, se esparcen por la tierra, no son solamente vulgares, inútiles y debilitantes, sino que corrompen y destruyen el alma. La mente y el corazón indolentes, que no tienen propósito definido, son fácil presa del maligno. El hongo se arraiga en organismos enfermos, sin vida. Satanás instala su taller en la mente ociosa. 

 Diríjase la mente a ideales elevados y santos, dése a la vida un propósito noble, absorbente, y el enemigo hallará poco terreno para afirmarse.

 Enséñese, pues a los jóvenes a estudiar detenidamente la Palabra de Dios. Una vez que haya sido recibida en el alma, será una poderosa barricada contra la tentación. 
"En mi corazón he guardado tus dichos -declara el salmista-, para no pecar contra ti". "Por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos". 
Sal. 119:11; 17:4. 

 La Biblia es su propio intérprete. Debe compararse texto con texto. El estudiante debería aprender a considerar la Biblia como un todo y a ver la relación que existe entre sus partes. 

* Debería adquirir el conocimiento de su gran tema central, del propósito original de Dios hacia el mundo, del comienzo de la gran controversia y de la obra de la redención. 
*Debería, comprender la naturaleza de los principios que luchan por la supremacía, y aprender a rastrear su obra a través de las crónicas de la historia y la profecía, hasta la gran culminación. 
 *Debería verificar cómo interviene este conflicto en todos los aspectos de la vida humana; cómo en su mismo caso cada acto de su vida revela uno u otro de esos dos motivos antagónicos; y cómo, consciente o inconscientemente, ahora mismo está decidiendo en qué lado de la contienda se va a encontrar. 191 

 Todas las porciones de la Biblia son inspiradas por Dios y provechosas. Tanta atención merece el Antiguo Testamento como el Nuevo. Al estudiar el Antiguo Testamento hallaremos manantiales vivos que brotan de lugares donde el lector indiferente sólo halla un desierto. 

 *DANIEL Y APOCALIPSIS. 
El libro de Apocalipsis, junto con el de Daniel, merece estudio especial. Cada maestro temeroso de Dios debería considerar cómo comprender y presentar más claramente el Evangelio que nuestro Salvador en persona vino a dar a conocer a su siervo Juan: 
"La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto". *Apoc. 1:1. Nadie debería desanimarse al estudiar el Apocalipsis a causa de sus símbolos aparentemente místicos. 
"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada". *Sant. 1:5. "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de la profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca". *Apoc. 1:3. 

 *CULTIVEMOS EL AMOR A LAS ESCRITURAS. 
Cuando se despierte un amor verdadero por la Biblia, y el estudiante empiece a ver cuán vasto es el campo y cuán precioso su tesoro, deseará echar mano de toda oportunidad que se le presente para familiarizarse con la Palabra de Dios. Su estudio no se limitará a un tiempo y un lugar determinados. 

 Y este estudio continuo es uno de los mejores medios 
de cultivar el amor hacia las Escrituras.

 El estudiante debería tener siempre consigo la Biblia. Si tenéis una oportunidad, leed un texto y meditad en él. Mientras andáis por la calle, esperáis en la estación del ferrocarril, o en el lugar de una cita, aprovechad la oportunidad de adquirir algún pensamiento del tesoro de la verdad. 192

 Las grandes fuerzas motrices del alma son la fe, la esperanza y el amor;
y a ellas se dirige el estudio de la Biblia, hecho debidamente. 

 La hermosura exterior de las Escrituras, la belleza de las imágenes y la expresión, no es sino el engarce, por así decirlo, de su verdadera joya: La belleza de la santidad. En la historia que ofrece de los hombres que anduvieron con Dios, podemos ver fulgores de su gloria. En el que es "del todo amable" contemplamos a Aquel de quien toda la belleza del cielo y de la tierra no es más que un pálido reflejo. "Y yo, si fuere levantado de la tierra, -dijo-, a todos atraeré a mí mismo". *Juan 12:32. 

 A medida que el estudiante de la Biblia contempla al Redentor, 
se despierta en el alma el misterioso poder de la fe, 
la adoración y el amor. 
 La mirada se fija en la visión de Cristo 
y el que observa se asemeja cada vez 
más a lo que adora. 

 Las palabras del apóstol Pablo llegan a ser el lenguaje del alma: "Y ciertamente, aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. . . a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte". *Fil. 3:8-10. 

Los manantiales de paz y gozo celestial abiertos en el alma por las palabras de la Inspiración, se convertirán en un río poderoso de influencia bendita para todos los que se pongan a su alcance. 

 CONVIÉRTANSE LOS JÓVENES DE HOY, los jóvenes que crecen con la Biblia en la mano, en receptores y transmisores de su energía vivificadora, y fluirán hacia el mundo corrientes de bendición; influencias cuyo poder para sanar y consolar apenas podemos concebir, un río de agua viva "que brote para vida eterna". 
(La Educación de Elena G de White) 193 

05. LA HISTORIA Y LA PROFECÍA

"¿Quién hizo oír esto desde el principio..... sino yo Jehová? 
Y no hay más Dios que yo." Isa. 45:21. 
LA BIBLIA es la historia más antigua y abarcante que poseen los hombres. Nació de la fuente de la verdad eterna y una mano divina ha preservado su pureza a través de los siglos. Ilumina el lejano pasado en el cual en vano trata de penetrar la investigación humana. Solamente en la Palabra de Dios contemplamos el poder que puso los cimientos de la tierra y extendió los cielos. Sólo en ella hallamos un relato auténtico del origen de las naciones. Sólo en ella se da una historia de nuestra raza, libre de prejuicios u orgullo humanos. 

En los anales de la historia humana, el crecimiento de las naciones, el levantamiento y la caída de los imperios," parecen depender de la voluntad y las proezas del hombre. Los sucesos parecen ser determinados, en gran parte, por su poder, su ambición o su capricho. Pero en la Palabra de Dios se descorre el velo, y contemplamos detrás, encima y entre la trama y la urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, los agentes del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios. 

La Biblia revela la verdadera filosofía de la historia. En las palabras de belleza inmaculada y ternura 174 que el apóstol Pablo dirigió a los filósofos de Atenas, se expone el propósito que tenía Dios al crear y distribuir las razas y naciones. El "de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle". *Hechos 17:26,27. 

Dios declara que cualquiera que lo desee puede 
"entrar en los vínculos del pacto". *Eze. 20:37

 Al crear la tierra, su propósito era que fuese habitada por seres cuya existencia fuese una bendición para sí mismos y para los demás, y un honor para su Creador. Todos los que quieran pueden identificarse con este propósito. De los tales se dirá: 
"Este pueblo he creado para mi, mis alabanzas publicará". 
*Isa. 43:21. 

Dios ha revelado en su ley los principios básicos de toda prosperidad verdadera, 
tanto de las naciones como de los individuos. 

"Porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia", declaró Moisés a los israelitas, refiriéndose a la ley de Dios. "Porque no os es cosa vana; es vuestra vida". 
*Deut. 4:6; 32:47. 

 Las bendiciones así aseguradas a Israel, se prometen en las mismas condiciones y en el mismo grado a toda nación y a todo individuo que existe debajo del amplio cielo.

 El poder que ejerce todo gobernante en la tierra, se lo otorga el 
cielo, y su éxito depende de cómo lo ejerce. 

 El Atalaya divino dice a cada cual: "Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste". *Isa. 45:5. Y para todos constituyen una lección de vida las palabras dirigidas a Nabucodonosor: "Tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de tu tranquilidad". *Dan. 4:27. 175 

Comprender estas cosas, comprender que "la justicia engrandece a la nación"; que "con la justicia será afirmado el trono" y con "misericordia" *Prov. 14:34; 16:12; 20:28; reconocer la obra de estos principios en la manifestación del poder que "quita reyes, y pone reyes" *Dan. 2:21, es comprender la filosofía de la historia. 

 Sólo en la Palabra de Dios está esto claramente expuesto. En ella se muestra que la fuerza de las naciones, lo mismo que la de los individuos, no se encuentra en las oportunidades o medios que parecen hacerlos invencibles; ni tampoco en su pregonada grandeza.
Se mide por la fidelidad con que cumplen el propósito de Dios. 

En la historia de la antigua Babilonia se encuentra una ilustración de esta verdad. El verdadero objeto del gobierno nacional se le presentó al rey Nabucodonosor bajo la figura de un gran árbol, cuya "copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo". *Dan. 4:11,12.

 Esta figura muestra el carácter de un gobierno que cumple el propósito de Dios, un gobierno que protege y edifica a la nación. Dios ensalzó a Babilonia para que pudiera cumplir ese propósito. La nación prosperó hasta llegar a una altura de riqueza y poder que desde entonces nunca ha sido igualada, y que en las Escrituras está adecuadamente representada por el inspirado símbolo de una "cabeza de oro". *Dan. 2:38. 

Pero el rey no reconoció el poder que lo había encumbrado. Lleno de orgullo, dijo Nabucodonosor: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué 176 para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?". *Dan. 4:30. 

En vez de ser protectora de los hombres. 
 Babilonia se convirtió en orgullosa y cruel opresora. 

 Las palabras de la Inspiración, que describen la crueldad y la voracidad de los gobernantes de Israel, revelan el secreto de la caída de Babilonia, y de la de muchos otros reinos que han caído desde que empezó el mundo: "Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas. No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia". *Eze. 34:3,4. 

El Atalaya divino pronunció contra el rey de Babilonia la sentencia: "¡A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti". *Dan. 4:31. "Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono. . . Siéntate, calla, Y entra en tinieblas, hija de los caldeos; Porque nunca más te llamarán señora de reinos". *Isa. 47:1-5. "Tú, la que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, Ha venido tu fin, la medida de tu codicia". "Y Babilonia, hermosura de reinos Y ornamento de la grandeza de los caldeos, Será como Sodoma y 
Gomorra, a las que trastornó Dios".
 *Jer. 51:13; Isa. 13:19. 

"Y la convertiré en posesión de erizos, y en lagunas de agua; 
y la barreré con escobas de destrucción, 
dice Jehová de los ejércitos". 
*Isa. 14:23. 

 Se ha permitido a toda nación que ha ascendido al escenario de la historia que ocupe su lugar en 177 la tierra para ver si va a cumplir o no el propósito del "Vigilante y Santo". 

 La profecía ha anunciado el levantamiento y la caída de los grandes imperios del mundo: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma. 

 La historia se repitió con cada una de ellas, lo mismo que con naciones menos poderosas. Cada una tuvo su período de prueba, fracasó, su gloria se marchitó, perdió su poder, y su lugar fue ocupado por otra. Aunque las naciones rechazaron los principios de Dios y provocaron con ese rechazamiento su propia ruina, es evidente que el propósito divino predominó y se manifestó en todos sus movimientos. 

Una maravillosa representación simbólica dada al profeta Ezequiel durante su destierro en la tierra de los caldeos, enseña esta lección. Recibió la visión cuando estaba abrumado por recuerdos tristes y presentimientos inquietantes. La tierra de sus padres estaba desolada; Jerusalén, despoblada. El profeta mismo era extranjero en un país donde reinaban supremas la ambición y la crueldad. Por todas partes veía manifestaciones de tiranía e injusticia. Su alma estaba afligida y se lamentaba día y noche. Pero los símbolos que se le presentaron ponían en evidencia un poder superior al de los gobernantes terrenales. A orillas del río Quebar, Ezequiel vio un torbellino que parecía, proceder del norte, "una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un esplendor, y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente". *Eze. 1:4. 

Cuatro seres vivientes movían numerosas ruedas entrelazadas. Por encima de todo esto 
"se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él". "Y apareció en los querubines la figura de una mano de hombre debajo de sus alas". *Eze. 1:26; 10:8. 178 

 Las ruedas estaban dispuestas en forma tan complicada, que a primera vista parecía que estaban en desorden; pero se movían en perfecta armonía. Seres celestiales empujaban las ruedas, y ellos, a su vez, eran sostenidos y guiados por la mano que estaba debajo de los querubines; sobre ellos, en el trono de zafiro, estaba el Eterno, y alrededor del trono un arco iris, emblema de la misericordia divina. 

 Así como la disposición complicada de las ruedas estaba bajo la dirección de la mano que se veía debajo de las alas de los querubines, Dios dirige el complicado manejo de los acontecimientos humanos. En medio de la lucha y el tumulto de las naciones, Aquel que se sienta por encima de los querubines, aún dirige los asuntos terrenales. 

La historia de las naciones que sucesivamente ocuparon el tiempo y el lugar que se les asignó, y que inconscientemente dieron testimonio de la verdad cuyo significado ignoraban, tiene un mensaje para nosotros. 

 Dios ha asignado un lugar en su gran plan a toda nación 
y a todo individuo de la actualidad. 
 Hoy los hombres y las naciones son medidos por la plomada 
que sostiene Aquel que no se equivoca. 

 “Todos deciden su destino por su propia resolución, y Dios dirige todo para que se cumplan sus propósitos”.

La historia que el gran YO SOY ha trazado en su Palabra, al unir los eslabones de la cadena profética desde la eternidad pasada hasta la eternidad futura, nos dice dónde estamos hoy en el transcurso de los siglos, y qué es lo que se puede esperar del futuro. 

 Todo lo que la profecía anunció que sucedería hasta el presente, ha sido registrado en las páginas de la historia, y podemos estar seguros de que todo lo que vendrá aún se cumplirá en su orden. 179 

En la Palabra de verdad se predice claramente la caída final de los dominios terrenales. En la profecía anunciada cuando Dios pronunció la sentencia contra el último rey de Israel, se da el mensaje: "Así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona... sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto. A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré". *Eze. 21:26,27. 

La corona que se le quitó a Israel pasó sucesivamente a 
los reinos de Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma. 

Dios dice: "Esto no será más, hasta que venga aquel 
cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré."

Ese tiempo está cerca. Las señales de los tiempos declaran hoy que estamos en el umbral de sucesos grandes y solemnes. Todo está en agitación en el mundo. Ante nuestra vista se cumple la profecía del Salvador referente a los sucesos que precederán a su venida: "Oiréis de guerras, y rumores de guerras. . . Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares". Mt. 24:6,7. 

La época actual es de sumo interés para todos los vivientes. Los gobernantes y estadistas, los hombres que ocupan puestos de confianza y autoridad, los hombres y mujeres que piensan, de toda clase social tienen la atención fija en los sucesos que ocurren alrededor de nosotros.

 Observan las relaciones tirantes que mantienen las naciones. Observan la tensión que se está apoderando de todo elemento terrenal, y reconocen que está por ocurrir algo grande y decisivo, que el mundo está al borde de una crisis estupenda. 

En este mismo momento los ángeles están sosteniendo los vientos de contienda para que no soplen 180 hasta que el mundo reciba la advertencia de su próxima condenación; pero se está preparando una tormenta; ya está lista para estallar sobre la tierra; y cuando Dios ordene a sus ángeles que suelten los vientos, habrá una escena tal de lucha, que ninguna pluma podría describirla.

 *SOLO LA BIBLIA ACLARA LA HISTORIA. 
La Biblia, y sólo la Biblia da una idea exacta de estas cosas. En ella se revelan las grandes escenas finales de la historia de nuestro mundo, sucesos que ya proyectan sus sombras, que al aproximarse hacen temblar la tierra con su ruido y hacen desfallecer de temor a los hombres. 

"He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores. . . Porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados. . . Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa". *Isa. 24:1-8 

 "¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso. . . El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. ¡Cómo gimieron las bestias! ¡Cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! También fueron asolados los rebaños de las ovejas". "La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres". Joel 1:15-18,12. 

 "Me duelen las fibras de mi corazón. . . no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma 181 mía, pregón de guerra. Quebrantamiento sobre quebrantamiento es anunciado; porque toda la tierra es destruida; de repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas". "Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová…". 
*Jer. 4:19,20, 23-26 

 "¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que, no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado". *Jer. 30:7. 

"Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación". 
 Isa. 26:20. 

 "Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada". 
*Sal. 91:9,10. 

 "El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. De Sión, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará. *Convocará a los cielos de arriba, Y a la tierra, para juzgar a su pueblo. . . Y los cielos declararán su justicia, Porque Dios es el juez". *Isa. 50:1-3,4-6. 

"Hija de Sión. . . allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos. Pero 182 ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo en Sión. Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo". *Miq. 4:10-12. 

 "Más yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda. Así ha dicho Jehová: He aquí yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia".
 * Jer. 30:17,18. 

 Y se dirá en aquel día: "He aquí, éste es nuestro Dios, Le hemos esperado, y nos salvará; Este es Jehová a quien hemos esperado, Nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación". "Destruirá a la muerte para siempre. . . y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho". *Isa. 25:9,8. 

 "¡Mira a Sión, ciudad de nuestras fiestas solemnes! tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada. . . Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey". 
*Isa. 33:20-22. 

"Juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad 
por los mansos de la tierra". Isa. 11:4. 

Entonces se cumplirá el propósito de Dios; 
los principios de su reino serán honrados 
por todos los que habiten debajo del sol. 

 "Nunca más se oirá en tu tierra violencia, Destrucción ni quebrantamiento en su territorio, Sino que a tus muros llamarás Salvación, Y a tus puertas Alabanza". "Con justicia serás adornada; Estarás lejos de opresión, porque no temerás, Y de temor, porque no se acercará a ti". 
* Isa. 60:18; 54:14. 183 

Los profetas a quienes fueron reveladas estas grandes escenas anhelaban comprender su significado. Ellos "inquirieron. . . diligentemente. . . escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos. . . A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas. . . cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles". 
*1 Pedro 1:10-12. 

 Para nosotros, que estamos al borde mismo de su cumplimiento, ¡de cuán profunda importancia, de cuán palpitante interés, son estas descripciones de los sucesos venideros, que los hijos de Dios han esperado, anhelado, y orado desde que nuestros primeros padres salieron del Edén! 

En este tiempo, antes de la gran crisis final, lo mismo que antes de la primera destrucción del mundo, los hombres están absortos en los placeres y otras ocupaciones que atañen a los sentidos.

 Embargados por lo visible y lo transitorio, 
han perdido de vista lo invisible y lo eterno. 

 Sacrifican riquezas imperecederas por cosas que perecen con el uso. Es necesario elevar sus mentes y ampliar sus conceptos de la vida. Es necesario despertarlos del letargo del sueño mundano. 

Necesitan aprender, del nacimiento y la caída de las naciones, tal como lo presenta la Santa Escritura, de cuán poco valor es la gloria externa y mundanal. Babilonia, con todo su poder y magnificencia, que el mundo no volvió a contemplar -poder y magnificencia que parecieron estables y duraderos- ha desaparecido completamente. 

 Ha perecido "como la flor del campo". Así perece todo lo que no tiene a Dios como cimiento. Sólo puede durar lo que está ligado al propósito divino y expresa el carácter de Dios. Sus principios son lo único firme que el mundo conoce. 184 
Estas son las grandes verdades que tanto
 los jóvenes como los ancianos necesitan aprender. 

 Necesitamos estudiar el cumplimiento del propósito de Dios en la historia de las naciones y en la revelación de las cosas futuras, a fin de poder estimar en su verdadero valor las cosas visibles e invisibles, aprender cuál es el verdadero ideal de la vida; dar el uso más noble y adecuado a las cosas del tiempo, una vez consideradas a la luz de la eternidad. 

 De este modo, al aprender aquí los principios de su reino, y al llegar a ser sus súbditos y ciudadanos, podremos prepararnos para entrar en posesión de él cuando el Señor venga. 
El día está cerca. El tiempo que queda es demasiado breve para las lecciones que hay que aprender, la obra que hay que hacer, la transformación del carácter que debe efectuarse. "Hijo de hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para de aquí a muchos días, para lejanos tiempos profetiza éste. Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: No se tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice Jehová el Señor". *Eze. 12:27,28. 
(La Educación de Elena G de White) 185

04. LOS MISTERIOS DE LA BIBLIA.


"¿Descubrirás tú los secretos de Dios?" 
 Job 11:7. 
NINGUNA mente finita puede comprender plenamente el carácter o las obras del Ser infinito. No podemos descubrir a Dios por medio de la investigación. Para las mentes más fuertes y mejor cultivadas, lo mismo que para las más débiles e ignorantes, el Ser santo debe permanecer rodeado de misterio. Pero aunque "nubes y oscuridad alrededor de él; justicia y juicio son el cimiento de su trono" . *Sal. 97:2. 

 Podemos comprender lo suficiente de su trato con nosotros para descubrir una misericordia ilimitada unida a un poder infinito. Podemos comprender, de sus propósitos, lo que seamos capaces de asimilar; más allá de esto, debemos confiar en la mano omnipotente, en el corazón lleno de amor. 

La Palabra de Dios, como el carácter de su Autor, presenta misterios que nunca podrán ser enteramente comprendidos por los seres finitos. 

Pero Dios ha dado en las Escrituras suficiente evidencia de su autoridad divina. Su propia existencia, su carácter, la veracidad de su Palabra, lo corrobora un testimonio que toca a nuestra razón, y ese testimonio es abundante. Es cierto, él no ha eliminado la posibilidad de dudar; la fe debe apoyarse en la evidencia, no en la demostración; los que desean dudar tienen oportunidad de hacerlo, pero los que desean conocer la verdad tienen suficiente terreno para ejercer la fe.170 

No tenemos motivos para dudar de la Palabra de Dios a causa de que no podamos comprender los misterios de su providencia. En el mundo natural, estamos constantemente rodeados de maravillas superiores a nuestra comprensión. ¿Nos ha de sorprender, entonces, encontrar también en el mundo espiritual misterios que no podemos sondear?

 La dificultad reside solamente en la estrechez y la debilidad de la mente humana. 

Los misterios de la Biblia, lejos de ser un argumento contra ella, se encuentran entre las más fuertes pruebas de su inspiración divina. Si su descripción de Dios consistiera sólo en lo que nosotros pudiésemos comprender, si su grandeza y su majestad pudiesen ser abarcadas por mentes finitas, la Biblia no llevaría, como lleva, evidencias inconfundibles de la Divinidad. 

 La grandeza de sus temas debe inspirar fe en ella como la Palabra de Dios. La Biblia revela la verdad con tal sencillez y tal adaptación a las necesidades y los anhelos del corazón humano, que ha asombrado y encantado a los espíritus más cultivados, y al mismo tiempo ha explicado el camino de la vida al humilde e ignorante. 
 "El que anduviera en este camino, por torpe que sea, no se extraviará". *Isa. 35:8. 

 Ningún niño tiene por qué equivocar el camino. Ningún buscador tembloroso necesita dejar de andar en la luz pura y santa. Sin embargo, las verdades más sencillamente expuestas comprenden temas elevados, de vasto alcance, infinitamente superiores al poder de la comprensión humana, misterios que son el escondedero de su gloria, misterios que vencen la mente en su investigación, mientras inspiran fe y reverencia al sincero indagador de la verdad.

 Cuanto más escudriñamos la Biblia, tanto más profunda es nuestra convicción de que es la Palabra del Dios viviente, y la razón humana se inclina ante la majestad de la revelación divina. 171 

Dios quiere que sean siempre reveladas las verdades de su Palabra al investigador ferviente. Aún que "las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios", "las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos". *Deut. 29:29. 

 La idea de que ciertas porciones de la Biblia no pueden ser entendidas, ha inducido a descuidar algunas de sus más importantes verdades. Es necesario recalcar con frecuencia el hecho de que los misterios de la Biblia no son tales porque Dios haya tratado de ocultar la verdad, sino porque nuestra debilidad e ignorancia nos hacen incapaces de comprender o posesionarnos de la verdad. 

 El límite no está fijado por su propósito, sino por nuestra capacidad. 

 Dios desea que comprendamos tanto como lo permite nuestra mente, precisamente aquellas porciones de las Escrituras que a menudo se pasan por alto por considerárselas imposibles de comprender. "Toda la Escritura es inspirada por Dios" para que el hombre de Dios sea "enteramente preparado para toda buena obra". *2 Tim. 3:16,17. 

 Es imposible para cualquier mente humana abarcar completamente siquiera una verdad o promesa de la Biblia. Uno comprende la gloria desde un punto de vista, otro desde otro, y sin embargo sólo podemos percibir destellos.

 La plenitud del brillo está fuera del alcance de nuestra visión. Al contemplar, las grandes cosas de la Palabra de Dios, observamos una fuente que se amplía y profundiza bajo nuestra mirada. 
Su amplitud y profundidad sobrepasan nuestro conocimiento. 
Al mirar, la visión se expande; contemplamos extendido delante de nosotros un mar sin límites.

 Este estudio tiene poder vivificador. La mente y el corazón adquieren fuerza y vida nuevas. Esta experiencia es la mayor evidencia de que la Biblia es de origen divino. 

 Recibimos la Palabra de Dios como alimento para el alma, mediante la 172 misma evidencia por la cual recibimos el pan como alimento para el cuerpo. El pan suple la necesidad de nuestra naturaleza. Sabemos por experiencia que produce sangre, huesos y cerebro. Apliquemos la misma prueba a la Biblia: Cuando sus principios han llegado a formar efectivamente parte del carácter, ¿cuál ha sido el resultado? ¿Qué cambios se han efectuado en la vida? "Las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". *2 Cor. 5:17.

Gracias a su poder, los hombres y mujeres han roto las cadenas de los hábitos pecaminosos. Han renunciado al egoísmo. Los profanos se han vuelto reverentes; los beodos, sobrios; los libertinos, puros. Las almas que exponían la semejanza de Satanás, han sido transformadas a la imagen de Dios. Este cambio es en sí el milagro de los milagros. Es un cambio obrado por la Palabra, uno de los más profundos misterios de la Palabra. No lo podemos comprender; sólo podemos creer, según lo declara la Escritura, que es "Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria". *Col. 1:27. 

El conocimiento de este misterio es la clave de todos los demás. Abre al alma los tesoros del universo, las posibilidades de un desarrollo infinito. Y este desarrollo se obtiene por medio de la constante revelación del carácter de Dios a nosotros, de la gloria y el misterio de la Palabra escrita. 

 Si nos fuera posible lograr una plena comprensión de Dios y su Palabra, no habría para nosotros más descubrimientos de la verdad, mayor conocimiento, ni mayor desarrollo. Dios dejaría de ser supremo, y el hombre dejaría de progresar. Gracias a Dios, no es así.

 Puesto que Dios es infinito, y en él están todos los tesoros de la sabiduría, podremos escudriñar y aprender siempre, durante toda la eternidad, sin agotar jamás las riquezas de su sabiduría, su bondad o su poder. 
(La Educación de Elena G de White) 173

01. REFLEXIONES 01-30/ENLACES

01. LA VANIDAD AUMENTA POR LA PEREZA Y AVARICIA.  https://educacionespiritualmhp.blogspot.com/2020/08/01-la-vanidad-aumenta-por-la-pereza-y....